En una emotiva celebración realizada el sábado 1 de marzo, el padre Gustavo Flores asumió como nuevo párroco de la Parroquia San Juan Bautista en la ciudad de Tinogasta. La ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, Monseñor Luis Urbanč, y contó con la presencia de sacerdotes de distintas parroquias, autoridades municipales, instituciones educativas y una gran cantidad de fieles.
El padre Flores, quien anteriormente se desempeñó como rector de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle, recibió la bendición del agua y el Libro de la Palabra de Dios, símbolos de su misión pastoral.
Durante la homilía, Mons. Urbanč agradeció al párroco saliente, Padre Martín Melo, por su dedicación y encomendó a Flores la tarea de trabajar con los niños y sus familias:
“Acompañar a los niños es acompañar a la familia; ellos deben ser guiados con los valores cristianos para que el día de mañana sostengan y transmitan la fe.”
El obispo también destacó la importancia del rol sacerdotal en la comunidad, comparándolo con un árbol cuyos frutos se reflejan en la oración, el servicio y el testimonio de vida. Citando el Evangelio de San Lucas, recordó que “el sacerdote debe ver con los ojos de Dios para guiar a su comunidad por el camino de la verdad, la justicia y el amor.”
Luego de la profesión de fe y la renovación de las promesas sacerdotales, el padre Flores recibió los óleos sagrados, el cáliz, la patena y las llaves del Sagrario, símbolos de su compromiso con la comunidad.
Antes de la bendición final, se dirigieron palabras de gratitud al párroco saliente y de bienvenida al nuevo sacerdote. La jornada culminó con un brindis fraterno entre los presentes, marcando el inicio de una nueva etapa en la vida parroquial de Tinogasta.