Una preocupante denuncia ha sacudido a la comunidad educativa de la escuela “Clara J. Armstrong”, ubicada en la intersección de calle San Martín y Salta. Melisa, madre de una alumna de 6 años, ha hecho público un caso de presunto maltrato físico y psicológico por parte de una docente de apellido Correa, quien desempeña el rol de profesora de música en la institución.
Según relató la mujer, el incidente más reciente ocurrió durante una clase de música, cuando la docente habría tomado del brazo a su hija de manera violenta, sacándola del aula y dejándola llorando afuera durante toda la clase. La niña fue posteriormente reintegrada al aula con el mismo trato agresivo.
La madre también señaló que este comportamiento no sería un hecho aislado. Tras consultar con otros padres y compañeros de su hija, pudo confirmar que la docente presuntamente ha ejercido actitudes violentas y lenguaje inapropiado hacia otros alumnos de primero, segundo y tercer grado durante años. “Esta persona genera miedo en sus estudiantes y no está apta para enseñar”, afirmó.
Asimismo destacó que la docente cuenta con un historial de denuncias y actas administrativas en su contra, incluyendo acusaciones de maltrato físico y verbal. “Existen reportes de casos que han afectado psicológicamente a exalumnos que hoy están en la secundaria, pero nunca se tomaron medidas concretas”, denunció.
Reacción de las autoridades escolares
Melisa indicó que presentó un acta formal en la escuela tras corroborar el relato de su hija con compañeros de clase. Sin embargo, según su testimonio, las respuestas obtenidas hasta el momento han sido insuficientes para garantizar la seguridad de los alumnos. “La escuela debe ser un segundo hogar, un lugar seguro. No puedo permitir que mi hija sea maltratada ni en casa ni en la escuela”, expresó con indignación.
Pedido de intervención
Ante la gravedad de la situación, la mamá ha solicitado la intervención del Ministerio de Educación. Además, no descarta organizarse con otros padres para buscar una solución definitiva. “Necesitamos que alguien tome cartas en el asunto. No puedo permitir que mi hija continúe expuesta a esta docente durante los próximos años”, concluyó.