El Gobierno nacional se propone reanudar las conversaciones con la Confederación General del Trabajo (CGT) con el objetivo de desactivar el paro general anunciado por la central obrera para el próximo 24 de enero.
Aunque las conversaciones no se han interrumpido, reconocen los representantes de los gremios que integran la CGT, sí han quedado afectadas desde que se dieron a conocer las reformas introducidas en el ámbito laboral a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación económica firmado por el presidente Javier Milei.
Desde entonces, el conflicto ha escalado al punto de que Federico Sturzenegger, arquitecto de la medida, acusó a la central obrera de haber negociado con dictaduras. A pesar de las primeras manifestaciones y el anuncio de un paro general, el Gobierno considera que aún cuenta con un amplio respaldo popular.
Dos posturas coexisten en el Gobierno. Según fuentes citadas por la agencia de noticias NA, se encuentran los “buenos y conciliadores”, representados por los ministros del Interior, Guillermo Francos, y de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y los “malos o más duros”, liderados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el propio Jefe de Estado.
La Casa Rosada pretende mejorar el diálogo con algunos referentes sindicales a través del secretario de Trabajo, Omar Yasín. Según trascendió, el mandatario estaría dispuesto a recibirlos para evitar el paro del 24.
“Ha dicho que está dispuesto a hablar para explicar los cambios que se están llevando adelante y que no tiene ningún problema de sentarse a hablar con el sindicalismo, así que esas palabras te sitúan en un lugar de búsqueda de diálogo”, reforzó esa versión la ministra Bullrich en declaraciones a Radio Rivadavia.