Boca Juniors volvió a demostrar por qué su hinchada es una de las más fervorosas del mundo. Este domingo, a pocas horas del debut del equipo en el Mundial de Clubes, se realizó un multitudinario banderazo en Miami Beach. Cientos de hinchas se congregaron en la intersección de Avenida Collins y 80 St., y también en otros puntos de la playa, en una muestra de apoyo incondicional al equipo dirigido por Miguel Ángel Russo.
La postal fue inolvidable: camisetas, bombos, cánticos, banderas, parrillas encendidas para el asado, fernet y todo el color típico de la hinchada xeneize. Muchos de los presentes eran argentinos residentes en Estados Unidos, mientras que otros viajaron especialmente para acompañar al equipo y aprovecharon para vacacionar en el destino turístico.
El fervor popular llegó incluso a las altas esferas del fútbol. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, compartió en sus redes imágenes del banderazo y escribió: “Estoy encantado de haber visto a Boca Juniors apoderarse de Miami Beach antes de su estreno en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. La fiebre del fútbol realmente se ha apoderado de los Estados Unidos de América”.
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Boca debutará este lunes ante Benfica de Portugal, por la primera fecha del Grupo C del certamen internacional, en el Hard Rock Stadium de Miami. El partido comenzará a las 19:00 (hora argentina).
Mientras los hinchas del Xeneize celebraban a orillas del mar, los de River Plate no quisieron quedarse afuera del folclore. Desde el aire, un avión sobrevoló la playa con un cartel que decía: “QEPD: murió en Madrid”, en referencia a la histórica final de la Copa Libertadores 2018, ganada por el conjunto millonario. La provocación generó respuestas inmediatas entre los boquenses, que redoblaron los cánticos y el flameo de banderas.
River, que comparte el Grupo E con Urawa Red Diamonds de Japón, Rayados de Monterrey de México y el Inter de Milán, también buscará avanzar en el Mundial, mientras la histórica rivalidad entre ambos clubes argentinos suma un nuevo capítulo, esta vez en territorio estadounidense.
Por su parte, Miguel Ángel Russo valoró el apoyo de los fanáticos: “No es normal jugar contra equipos europeos que tienen bien definidas sus formas. Boca es Boca. Gracias a Dios recibo muchas cosas. Nos tienen un respeto importante. Y la gente jugará su parte. Estamos convencidos”.