La empresa Garbarino presentó este miércoles el concurso preventivo de quiebra ante la Justicia, en medio de la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo la semana pasada por 1.800 despidos.
La causa fue radicada en el Juzgado n° 14 y la empresa de electrodomésticos aduce una deuda superior a los $10.000 millones.
El viernes pasado, la cartera laboral declaró la conciliación obligatoria por 15 días en el conflicto por despidos en Garbarino.
En la disposición la cartera laboral instó a las partes a retrotraer la situación actual. Por un lado, llamó a la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios a dejar de lado “toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuvieran previsto implementar”.
Por el otro, pidió a la empresa Garbarino S.A. que “en caso de haber efectuado los despidos denunciados, retrotraer la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto”.
La delicada situación de Garbarino se profundizó durante la fuerte caída del consumo se produjo durante en los últimos años, iniciada durante el gobierno de Mauricio Macri y posteriormente por la pandemia. Sus trabajadores hoy cobran desde hace meses sus salarios en cuotas.
La crisis del sector de venta de electrodomésticos, agravada por la irrupción de la pandemia, también puso en jaque a la cadena Ribeiro. El cierre de locales y la suspensión de las ventas a través del portal de internet son dos indicadores concretos.
El grupo Garbarino, que se encuentra conformado por las empresas Garbarino, Compumundo, Digital Fueguina, Tecnosur, Garbarino Viajes y Fiden, fue comprada hace dos años por el empresario Carlos Rosales, dueño de la aseguradora Prof y pro tesorero del club San Lorenzo.