Luego de que se cancelara la reunión que estaba programada en Budapest, Donald Trump descartó la posibilidad de reanudar conversaciones con Vladimir Putin en el corto plazo. El mandatario estadounidense se mostró visiblemente molesto por lo ocurrido y, desde el Air Force One, dejó en claro que no tiene intención de avanzar en contactos sin garantías concretas.
Trump sostuvo que solo retomará el diálogo si Rusia demuestra voluntad de alcanzar una salida negociada al conflicto bélico en Ucrania. “Necesito saber que se puede llegar a un acuerdo. No pienso perder el tiempo”, expresó tajante durante un intercambio con periodistas.
A pesar de recordar que mantuvo una relación cordial con el líder del Kremlin en los últimos años, reconoció sentirse frustrado. “Siempre me llevé bien con Putin, pero esto fue realmente decepcionante”, señaló antes de aterrizar en Asia, donde mantendrá reuniones con los presidentes Lula da Silva y Xi Jinping.
Durante su encuentro con el líder chino, Trump intentará que Beijing actúe como mediador para destrabar la situación con Moscú. También podría surgir el tema de las recientes sanciones de Washington contra las empresas energéticas rusas Lukoil y Rosneft, implementadas con el objetivo de restringir los fondos destinados a la guerra.
La administración norteamericana considera que China es un actor clave, no solo por su fuerte vínculo político con Rusia, sino también por su rol como uno de los principales compradores de petróleo y gas ruso, dentro de una alianza que ambos gobiernos han definido como una “amistad sin límites”.





