Durante el fin de semana largo por el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, el turismo volvió a mostrar un importante movimiento en todo el país. Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 1.440.000 turistas viajaron por distintos destinos, lo que representa un aumento del 2,1% respecto al mismo feriado del año pasado.
Sin embargo, el gasto total fue menor: las estadías se redujeron de 2,4 a 2 noches promedio, y el gasto diario por persona fue de $91.190, un 1,5% inferior en términos reales. En total, los viajeros desembolsaron $262.627 millones, lo que implica una caída real del 16,2% frente a 2024, principalmente por la menor duración de las visitas.
El relevamiento destaca que el buen clima, las reservas de último momento y la cercanía del verano impulsaron el movimiento turístico, con destinos naturales, termales y culturales entre los más elegidos. Puerto Iguazú, Córdoba, Mendoza, Termas de Río Hondo, Mar del Plata y la Ciudad de Buenos Aires figuraron entre los puntos con mayor nivel de ocupación hotelera.
Desde enero hasta octubre de 2025, los seis fines de semana largos del año movilizaron más de 10,2 millones de turistas, con un impacto económico total de $2,36 billones, equivalente a US$ 1.670 millones, según precisó la CAME.
“El impacto de estos feriados fue significativo no sólo por la cantidad de personas movilizadas, sino también por su efecto dinamizador sobre las economías regionales, beneficiando a miles de pymes vinculadas directa o indirectamente con la actividad turística”, destaca el informe.
El movimiento en Catamarca
Catamarca cerró el fin de semana largo con una ocupación promedio del 67%, una estadía media de dos noches y la llegada estimada de 16.000 turistas. En la capital provincial, la ocupación alcanzó el 60%, mientras que en localidades del interior los niveles rondaron el 75%, según los operadores turísticos consultados.
El buen clima, la conectividad terrestre y la diversidad de propuestas —que combinan turismo cultural, religioso y de naturaleza— favorecieron el movimiento, con una importante afluencia de visitantes provenientes de provincias vecinas.
El balance general del sector confirma que, pese a la cautela en el gasto, los fines de semana largos continúan siendo un motor clave para las economías regionales y una oportunidad de recuperación para el turismo interno argentino.