El presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, han tomado audaces decisiones en sus primeros meses de gestión. Apenas asumidos, duplicaron el valor del dólar oficial y aumentaron el impuesto PAIS, lo que impulsó una suba inflacionaria significativa. Ahora, de cara al cierre de año, se avecinan decisiones clave en política financiera y cambiaria, aunque la incógnita para los inversores no radica tanto en el destino final de estas políticas como en la velocidad de su implementación.
El fin de las restricciones cambiarias es el objetivo final, pero parece aún lejano. Sin embargo, no es un tema que quite el sueño a Milei, quien en más de una ocasión sugirió que el crecimiento es posible incluso bajo el actual esquema de control cambiario.
Con las elecciones legislativas en el horizonte y un proceso electoral que se inicia en mayo con la conformación de listas, el Gobierno se enfoca en evitar volatilidad en el tipo de cambio y mantener la baja inflacionaria. Los pronósticos de inflación del BCRA, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), sugieren que esta cerrará el año en torno al 120%, con una fuerte reducción proyectada para el próximo año, llegando al 31%.
Recientemente, se derrumbaron algunas de las premisas que guiaban el mercado. Una de ellas, que sostenía que el riesgo país no podría bajar mientras existiera el cepo, fue desmentida cuando la prima de riesgo perforó los 850 puntos básicos. La expectativa es que siga disminuyendo, posiblemente hasta los 500 puntos, si Argentina muestra capacidad de pago de su deuda.
Eliminación gradual del Impuesto PAIS y su impacto
La eliminación del impuesto PAIS (del 7,5% actual a 0%) al cierre del año exigirá un ajuste en la política cambiaria. Este impuesto ha sido fundamental durante el primer año de gestión de Milei, al contribuir a la estabilidad cambiaria y a la baja inflacionaria. Sin embargo, su eliminación obligará a buscar alternativas para evitar un incremento en la salida de divisas por turismo.
El dólar oficial también podría experimentar ajustes importantes. La inflación de octubre en Buenos Aires perforó el 3%, y el precio de los alimentos solo aumentó un 1,7%, lo cual abre la puerta a una desaceleración en la tasa de ajuste del dólar oficial, buscando llevarla a un 2% o menos y apuntalar así la baja inflacionaria en 2024.
Modificaciones en el esquema de exportaciones
El dólar blend, que actualmente permite a los exportadores liquidar un 20% de sus ventas en el mercado financiero, fue una herramienta útil para dar estabilidad al tipo de cambio en 2024, aunque restó aproximadamente USD 15.000 millones al Banco Central. Ante el acortamiento de la brecha cambiaria y las exigencias del FMI, se prevé que este esquema se reduzca gradualmente el próximo año.
La flexibilización del cepo será un proceso gradual y muy ligado a las restricciones cruzadas que limitan a las empresas con acceso al dólar financiero a su vez para obtener divisas para importación. Aunque este control es uno de los pocos remanentes de la política del gobierno anterior, es improbable que se levante antes de las elecciones legislativas.
Blanqueo de capitales y la entrada de dólares
La reciente inyección de USD 20.000 millones por medio de un blanqueo ha sido un alivio para la situación cambiaria. Este ingreso ha permitido un aumento en los depósitos del sector privado, que ahora rozan los USD 35.000 millones, y ha impulsado las reservas del Banco Central a casi USD 30.000 millones. Los fondos también han dinamizado el mercado de capitales, donde un creciente número de empresas ha emitido bonos para captar parte de este capital.
El mercado de crédito en dólares y el desafío de la actividad económica
El ingreso de dólares plantea la pregunta de cómo extender el crédito en moneda extranjera para apoyar la actividad económica. Un esquema mixto podría brindar préstamos en dólares a sectores exportadores, sin impactar al sistema bancario. Paralelamente, el mercado de capitales ha demostrado ser una herramienta atractiva para captar dólares, sin comprometer la estabilidad financiera.
Recuperación económica: una señal optimista
En este último trimestre, los indicadores económicos han comenzado a reflejar una recuperación. El presidente Milei ha declarado el “fin de la recesión” y se proyecta un crecimiento del 3% al 5% para 2025, lo que podría señalar el inicio de un ciclo de expansión económica luego de una década de estancamiento.