Estudiantes argentinos desarrollan microsatélite que formará parte de la histórica misión Artemis II a la Luna

La próxima misión espacial tripulada a la Luna será un hito histórico, y Argentina tendrá un protagonismo especial con la participación de un microsatélite diseñado y fabricado por estudiantes y profesores de tres universidades públicas argentinas. El microsatélite Atenea, un CubeSat de clase 12U, será parte de la misión Artemis II de la NASA, prevista para lanzarse en abril de 2026 desde Cabo Cañaveral.

Atenea es un proyecto conjunto entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y las universidades Nacional de La Plata (UNLP), de Buenos Aires (UBA) y Nacional de San Martín (UNSAM). Este pequeño satélite, que mide 30x20x20 centímetros, tendrá la misión de validar tecnologías esenciales para futuras exploraciones espaciales, como la medición de radiación en órbitas altas, la prueba de fotomultiplicadores de silicio y la validación de enlaces de comunicación de largo alcance.

Marcos Actis, director del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA) de la UNLP, destacó la importancia histórica de este proyecto para la ingeniería argentina: “La experiencia adquirida con el satélite USAT 1 y el esfuerzo conjunto permitieron que Argentina sea parte de una misión espacial de trascendencia mundial”. Además, resaltó la participación activa de estudiantes, quienes “tienen en sus manos piezas que irán al espacio y quedarán orbitando alrededor de la Luna”.

La misión Artemis II llevará a cuatro astronautas a orbitar la Luna en un viaje de diez días. Mientras ellos realizan la travesía, Atenea se encargará de recopilar datos para elevar el nivel de madurez tecnológica de componentes clave que permitirán futuras misiones más complejas, incluyendo Artemis III, que buscará un nuevo alunizaje tripulado.

Alejandro Martínez, decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, valoró la trayectoria de su facultad en proyectos aeroespaciales y explicó las funciones principales de Atenea: “Medirá dosis de radiación, probará fotomultiplicadores de silicio y validará enlaces de comunicación en órbitas geosincrónicas, elevando el estándar tecnológico para futuras exploraciones en el espacio profundo”.

Este avance posiciona a Argentina como un actor relevante en la exploración espacial internacional, gracias al trabajo conjunto de instituciones académicas y científicas. La participación en Artemis II no solo simboliza un motivo de orgullo nacional, sino que también refleja el compromiso del país con la innovación tecnológica y la colaboración internacional.

La misión y el desarrollo de Atenea son el resultado de años de esfuerzo y dedicación de científicos, ingenieros y estudiantes argentinos que, con este proyecto, consolidan a la Argentina como un referente emergente en la industria espacial global.