El exintegrante de One Direction falleció el 16 de octubre tras caer desde el tercer piso de un hotel en Palermo.
Liam Payne murió el pasado miércoles en el hotel CasaSur del barrio Palermo, Ciudad de Buenos Aires, y, en las últimas horas, se conocieron los resultados de las pericias toxicológicas del exitoso compositor británico e exintegrante de la banda One Direction.
Los resultados de las pericias preliminares al polvo blanco y el material biológico encontrado, en manos del fiscal Marcelo Roma, determinaron que hubo cocaína en el cuerpo del hombre de 31 años. Además, se encontró cocaína rosa que puede contener restos de metanfetamina, ketamina y MDMA. También encontraron benzodiacepinas y crack.
En ese sentido, Fernando Cardini, toxicólogo forense, aseguró en diálogo con TN que se trató de “un cóctel de sustancias químicas muy complicado para cualquier organismo vivo”.
“Hubo una situación en la que la persona consumía drogas, pero al estar en un país distinto, tal vez no tenía la misma concentración la droga que él compró. Tal vez la dosis lo superó”, agregó Cardini.
“Lo que decían los médicos forenses es que no presentaba signos de defenderse antes de la caída. El suicida, antes de caer, tiene el instinto de poner las manos para protegerse. En la intoxicación, llegó a un grado de inconsciencia. Él falleció por la caída, pero la combinación -de drogas- fue muy importante”, cerró el toxicólogo forense.
El último pedido de Liam Payne
En medio de todas las versiones que aparecieron en estos últimos días, un medio de Gran Bretaña, publicó un diálogo exclusivo con una de las testigos que vio a Liam Payne al menos una hora antes de su muerte y contó detalles estremecedores.
“Entré al hotel y él estaba esperando junto al ascensor. Estaba claro que quería que alguien lo reconociera; parecía un poco desesperado. Yo estaba con mis amigos y sabíamos quién era, pero a ninguno de nosotros nos importó”, contó un testigo.
Y añadió una joven conmocionada por lo sucedido: “Cuando llegó el ascensor, de repente nos dijo sin que se lo pidiéramos: ‘Sí, soy Liam’, y luego agregó: ‘Muy bien, vengan todos, suban al ascensor conmigo, me encantan los abrazos’”.