¿Esperando el sobre?

Lleva años el conflicto del Río Los Patos, más del doble que la causa Bacchiani, por ejemplo, y la Justicia tampoco resuelve. Todo salió a la luz con fuerza en 2019, cuando hubo asambleas, pueblos, organizaciones y comunidades originarias denunciaron la existencia de empresas mineras de firmas internacionales que, en complicidad con el Gobierno, tienen la intención de canalizar y desviar el Río Los Patos, elemento indispensable para el desarrollo de la vida en la zona.

Hubo cortes de rutas, incidentes, y el tema minero quedó frenado, lo que es un dolor de cabeza para el Gobierno, que ama las inversiones mineras y todo lo que generan. Tiene que resolver la Corte de Justicia, pero no hace nada, y el tiempo pasa.

Lo que pocos entienden es por qué una Corte armada a dedo por el Gobierno no responde al Gobierno.

El Río de los Patos de la zona puneña  de Catamarca es vital para la fauna y la. Una desviación, que implicaría una reestructuración total del ecosistema, sería devastador para la zona.

“Los ecosistemas de la Puna son muy sensibles y su desequilibrio hídrico es de alto riesgo. Luego de vivir las consecuencias de la extracción de agua en el río Trapiche y ver la muerte de nuestras especies, no vamos a dejar que nos hagan lo mismo con el río Los Patos. Las empresas mineras y el gobierno avanzan con estos proyectos, los cuales no cuentan con audiencias públicas ni con licencia social”, dijo en su momento la agrupación Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación (PUCARA).

La amplitud térmica cordillerana es una cualidad propia de la región, en donde los vientos y la altura juegan un papel fundamental en el equilibrio. El agua, componente central para la vida de las especies, además de humedecer el espacio lindante, merma las temperaturas y refresca a los seres del sol y la sequía. Por eso muchos sostienen que la desviación del río sería un desastre.

En su momento, la secretaría de Minería de Catamarca informó que la Empresa “Minera del Altiplano” ya había avanzado hace un lustro con la presentación del Informe de Impacto Ambiental (IIA) para desviar el río, plan que fue evaluado por dicha secretaría, que ahora es ministerio. Lo demás, es decir, la realización de la obra y la confección del acueducto, quedó en manos de Recursos Hídricos de la Provincia. La polémica aprobación derivó en cortes e incidentes en la ruta 43.

La “Minera del Altiplano”, después gestionada por la empresa subfacturadora Livent y ahora por Río Tinto, no sólo quiere avanzar, sino abrazarse al RIGI para pagar cada vez menos.

Ya en 2019, el ex presidente Mauricio Macri encabezó la “mesa del Litio” donde, entre otras cosas, habrían negociado acuerdos comerciales con el Director Ejecutivo de la firma Livient, Paul Graves. Entre muchas cosas, el sector le alcanzó algunos de los reclamos al ex mandatario y lograron algunos objetivos como ciertas reducciones impositivas (agua y gas, por ejemplo) y facilidades a la hora de trasladar los productos. En otras palabras, financiaron en una mesa chica el saqueo territorial del cual es víctima, históricamente, la República Argentina.

Cambiaron gobiernos, cambiaron las reglas jurídicas, pero el conflicto sigue ahí, y ahora la empresa mete presión para que se libere el tema, pero la Corte no mueve un dedo.

¿Qué dicen las malas lenguas? Que están esperando el sobre. Con todas las fortunas que mueve la minería, y sabiendo que todo depende de su decisión, en la Corte se dice por lo bajo que gratis no va a salir nada.

Así que el problema no sería “ecológico”, “ambiental” ni de defensa de recursos. Sólo se busca una porción de la torta. ¿Será?

El Catucho