En medio de una caída sostenida en la actividad económica durante tres meses consecutivos, un informe de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de la Secretaría de Trabajo muestra un preocupante panorama: la demanda laboral se desploma, con un mínimo porcentaje de empresas considerando contratar nuevos trabajadores en los próximos meses.
Según los resultados de la encuesta, solo el 2,3% de las empresas con 10 o más trabajadores evalúa la posibilidad de contratar. Esta cifra contrasta fuertemente con el 95,2% que planea mantener su actual plantilla de personal y el 2,5% que considera realizar despidos. Es notable que esta proporción de empresas con intenciones de contratación es la más baja de los últimos diez años, según los datos históricos.
La situación es particularmente preocupante para los trabajadores calificados, ya que la tasa de búsqueda de empleo para este grupo es baja. Mientras que los no calificados tienen una tasa del 3% en la búsqueda de empleo, los profesionales apenas alcanzan el 0,9%. Además, se observa una disparidad de género en las oportunidades laborales: el 81,5% de las búsquedas son para ambos sexos, el 12,8% para mujeres y solo el 5,7% para hombres.
En lo que respecta a las condiciones laborales, el informe señala un aumento en los despidos sin causa, que representan el 12,6% del total de despidos en febrero, el más alto para esa época desde 2020. Los despidos con justa causa también aumentaron, pasando del 2,7% al 4,5%, mientras que las renuncias disminuyeron del 60,2% al 53,4%.
Estos datos reflejan una evolución preocupante del mercado laboral. Aunque algunos sectores muestran cierta estabilidad o un leve crecimiento, como la industria manufacturera, los servicios comunales, sociales y personales, y el comercio, restaurantes y hoteles, la construcción experimentó una fuerte caída del 11,2% en el último año, agravando aún más el panorama general.