La industria pesquera argentina se encuentra en una situación crítica que amenaza con afectar seriamente su operatividad y provocar una ola de despidos masivos. Los líderes empresariales del sector han expresado su creciente inquietud y han solicitado una intervención urgente por parte del gobierno para evitar un colapso total.
La ausencia de diálogo con la Secretaría de Bioeconomía, anteriormente conocida como Ministerio de Agricultura, se ha convertido en un obstáculo significativo para los actores del sector pesquero. Estos empresarios reclaman la atención inmediata de las autoridades para abordar los problemas que están afectando gravemente a la industria, incluida la desarticulación de entidades clave como el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDeP) y el SENASA, así como la inactividad del Consejo Federal Pesquero.
“Nos encontramos a la deriva, enfrentando ataques a la ciencia y a nuestros organismos clave. El Consejo Federal Pesquero, nuestro principal ente regulador, no ha retomado sus actividades desde el cambio de gobierno”, declararon representantes del sector a El Destape.
La preocupación de los empresarios es justificada, dado el papel fundamental que desempeña la industria pesquera en la economía argentina. Este sector representa el 8vo complejo exportador del país, generando ingresos que superaron los 1800 millones de dólares el año pasado. Sin embargo, la falta de regulación y orientación gubernamental está poniendo en peligro la sostenibilidad de la producción, las exportaciones y, lo que es más alarmante, el empleo de miles de trabajadores del sector.
La incertidumbre sobre los permisos de pesca, la desorganización en los entes regulatorios y la inestabilidad económica están exacerbando una situación ya delicada. “Existe el riesgo de perder mercados, y aproximadamente el 90% de lo que se pesca en Argentina se exporta”, advierten los líderes empresariales.
La situación económica actual solo agrava el panorama. El retraso en el tipo de cambio oficial, el retorno del impuesto a las ganancias y el constante aumento del combustible y los insumos dolarizados están amenazando con asfixiar aún más a una industria ya debilitada.
Ante este contexto desafiante, los empresarios pesqueros argentinos hacen un llamado urgente al gobierno para que tome medidas concretas que aseguren la supervivencia y el desarrollo sostenible del sector.