El domingo 15 de junio, coincidiendo con la Fiesta de la Santísima Trinidad y el Día del Padre, se celebró una emotiva misa en el cementerio municipal Fray Mamerto Esquiú, en la ciudad Capital. La ceremonia fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanč, quien ofreció la Eucaristía por el eterno descanso de los padres fallecidos.
A pesar del frío de la mañana, numerosos fieles se acercaron a la capilla del camposanto para orar por sus seres queridos y visitarlos en sus sepulturas. En su homilía, el obispo Urbanč profundizó sobre el misterio de la Santísima Trinidad —Padre, Hijo y Espíritu Santo— y remarcó su centralidad en la fe cristiana: “Hoy celebramos el misterio más importante de nuestra fe: un solo Dios verdadero en tres Personas distintas”.
El prelado explicó que la esencia de Dios es la paternidad y destacó que “Dios es fuente y origen de toda vida. Un padre humano engendra a partir de algo, pero Dios crea de la nada. Su paternidad es extraordinaria y nos sobrepasa”. Subrayó también que cada ser humano es una expresión única de Dios, creado a su imagen y semejanza.
En este sentido, expresó que el misterio divino es, ante todo, un misterio de amor y comunión: “Dios no es un ser solitario. Es relación perfecta entre tres Personas. Por eso hemos sido creados para la comunión, no para la división ni el enfrentamiento”. Agregó además que “cada papá tiene que ser sacramento de la paternidad de Dios, reflejo de ternura, cercanía y protección”.
Compartiendo una vivencia personal, Urbanč dijo emocionado: “Estoy muy contento porque es el Día del Padre y me acuerdo de mi papá que está en el Cielo. Le agradezco por haberme enseñado a conocer, amar y servir a Dios”.
La celebración concluyó con una invitación a rezar por los padres fallecidos: “Pidamos al Señor que los tenga en la gloria, les perdone sus faltas y que desde el Cielo nos acompañen en la misión que aún tenemos aquí”.
Cierre de las fiestas patronales en San Antonio de La Paz
Ese mismo fin de semana, el viernes 13 de junio, la comunidad de San Antonio de La Paz vivió con devoción el cierre de las festividades en honor a su vice patrono, San Antonio de Padua. La imagen del santo visitó durante la mañana diversas instituciones locales, como la delegación municipal, el Registro Civil, el Juzgado de Paz y el hospital.
Por la tarde, los fieles participaron de una tradicional procesión por las calles del pueblo, jurisdicción de la parroquia Nuestra Señora del Valle. Luego, se celebró la Santa Misa en la capilla Santa Teresa de Jesús, presidida por el padre Carlos Figueroa Arteaga.