Con la votación en Estados Unidos a solo días de distancia y un empate en los sondeos entre Kamala Harris y Donald Trump, tanto el país como el mundo esperan con ansiedad el desenlace. La América Latina de hoy observa estas elecciones con la esperanza de que el resultado beneficie sus intereses en medio de un contexto global donde EE.UU. enfrenta una competencia creciente de China y otras potencias regionales.
Estados Unidos, aunque sigue siendo la mayor economía y potencia militar del planeta, ha visto reducir su influencia global debido a la expansión de China, el fortalecimiento de poderes regionales y una disminución de su atractivo político y comercial. Sin embargo, América Latina, que históricamente ha ocupado un lugar secundario en la agenda de Washington, sigue considerando a EE.UU. como un socio crucial en comercio, inversiones y seguridad.
Trump o Harris: ¿Quién beneficiaría más a la región?
La elección de Trump o Harris podría significar políticas muy distintas hacia la región. Por un lado, un regreso de Trump podría suponer una postura proteccionista y nacionalista más marcada que durante su primer mandato. Su promesa de imponer aranceles elevados a las importaciones, no solo a productos chinos sino también a los de otros países, podría afectar negativamente el comercio con América Latina, encareciendo productos y generando incertidumbre para las economías de la región.
En el caso de la Argentina, un eventual gobierno de Javier Milei podría encontrar en Trump un aliado ideológico, lo que podría facilitar apoyo en organismos multilaterales como el FMI, pero también generar sorpresas. Las políticas de Trump suelen ser imprevisibles y están basadas en transacciones. En 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, EE.UU. impuso de manera sorpresiva aranceles al biodiésel argentino, lo que fue percibido como un golpe económico y un desaire político.
Por otro lado, Harris ofrece una continuidad de las políticas del actual presidente Joe Biden, con un enfoque más moderado hacia la región y menos agresivo en cuanto a las tarifas comerciales. Sin embargo, su relación con un gobierno de derecha como el de Milei podría ser menos cordial, especialmente considerando el apoyo que el argentino ha mostrado hacia Trump.
La inmigración y su impacto en la región
La política migratoria es otro punto clave. Trump ha prometido endurecer los controles y deportar a gran escala, lo que podría generar un impacto significativo en América Latina, especialmente en países como Guatemala, Honduras y Venezuela. La deportación masiva podría desestabilizar estas naciones al saturar sus economías con un retorno de migrantes, privándolos además de las remesas que sostienen a muchas familias.
Harris, por su parte, también se ha visto forzada a endurecer su postura migratoria debido a la presión interna en Estados Unidos, aunque sus políticas podrían ser menos drásticas que las de su rival. En cualquier caso, el flujo migratorio y la política hacia los gobiernos autoritarios de la región, como el de Nicolás Maduro en Venezuela, seguirán siendo desafíos para cualquiera de los candidatos.
Un desafío global: inflación versus democracia
La elección también representa una batalla de narrativas. Trump y Harris presentan visiones opuestas: el expresidente apuesta por una política que prioriza el crecimiento económico y la reducción de la inflación, mientras que Harris defiende la importancia de proteger la democracia frente a tendencias populistas y autoritarias.
América Latina podría verse influenciada por el resultado. Si Trump gana, es posible que los discursos disruptivos y de confrontación se fortalezcan en la región, como ya ocurrió en 2016. Si Harris se impone, los defensores de la democracia podrían encontrar respaldo en su enfoque, pero deberán enfrentar el desafío de convencer a una población más preocupada por la economía que por la política.
En un escenario global marcado por las guerras, la desigualdad y los cambios tecnológicos, estas elecciones determinarán si la prioridad será combatir la inflación a toda costa o resguardar los principios democráticos.