“Todo el proceso de la industria alimenticia no está congelada, entonces cuando llega al eslabón final el comerciante no la puede comprar. Cuando se terminen los stocks, si mi valor de reposición es mayor al valor de venta, los comerciantes no lo van a comprar”, explicó y añadió: “Obligar a alguien a que compre un producto más caro de lo que vende es una locura”.
“En un gobierno democrático no se le puede obligar a nadie a producir a pérdida”, dijo y explicó cómo fue el trato con la Secretaría de Comercio Interior, “lo que hizo el gobierno no fue una negociación. No llegaron a un acuerdo”. “Con Paula Español acordaban; con Feletti aparentemente están imponiendo”, opinó.