El poli fantasma

La actividad paramoral en los municipios de la Catamarca es bastante más común de lo que uno pudiera imaginar. Se trata de situaciones que parecen “cosa’e mandinga”. Pero en realidad los que meten la cola son los funcionarios, generando situaciones escalofriantes de corrupción e impunidad.

 

Para este episodio nos trasladamos al Municipio de Fiambalá, departamento de Tinogasta, donde, según denuncian, hay un “polideportivo fantasma”. Así de inverosímil y terrorífico como suena. Todo un edificio, con instalaciones deportivas y recreativas, desmaterializado, esfumado, por la magia turbia de la política.

 

Se trata de una infraestructura financiada por el programa nacional “Polideportivos en Obra”, a través del cual el Municipio de Fiambalá recibió fondos por los que ahora le piden que rinda cuentas. Poniendo a la comuna en la difícil tarea de explicar que, por la maldición de las fuerzas de la malversación, el polideportivo pasó a una dimensión desconocida.

 

Los mencionados recursos fueron girados al municipio en junio de 2021, cuando la intendenta era Roxana Paulón. Y según se desprende de la documentación e intercambio epistolar (elegante manera de llamar a tremenda intimación) el Municipio parece haber informado que la infraestructura ya está ejecutada. Pero faltó un pequeño detalle… la rendición documentada de las cuentas que lo certifique.

 

Por esta situación, la comuna recibió hace unos días una carta documento de la Secretaría de Turismo y Deportes, dependiente del Ministerio del Interior de la Nación, exigiendo la “rendición de cuentas documentada” del dinero. Y a juzgar por la forma de pedirlo, parece que están bastante enojados y urgidos de recibir una respuesta. Es que, según la carta legal, se hicieron reiterados reclamos al municipio sin obtener respuesta alguna de que se hizo con la guita.

 

Este tipo de sucesos sobrenaturales parecen ser un “problemita” recurrente para la gestión de Paulón. Según denuncian, a la odontóloga también se le esfumaron unos 100 palitos en una aventura con otro prestidigitador como Bacchiani, a quien dicen que le dieron los fondos para que los multiplique como Jesús a los panes y los desapareció como David Copperfield al LearJet.

 

Lo lamentable, es que las consecuencias del incumplimiento lo sufriría la Municipalidad, y la comunidad fiambalense que queda a tiro de un reclamo administrativo o judicial para que devuelva los fondos, además de potenciales reclamos penales y civiles. Ni que hablar que genera un pesado antecedente que afecta el acceso de la municipalidad a líneas de financiamiento y aportes para nuevas obras.

 

Vale recordar que, mientras tanto, la ex intendenta goza del cobijo del Gobierno que, para que no quede en la indigencia, le otorgó un jugoso sueldo de funcionario pero sin funciones. Es que esta gente cercana a fenómenos paramorales tiene esos poderes de siempre caer bien parado y el don de la abundancia con la del Estado.

 

Mientras tanto, en el municipio se devanan los sesos pensando como explicar que el polideportivo desapareció, que no está. Y que no tienen ningún documento para mostrar el avance porque es una obra fantasma. Para peor, les dieron 10 días de plazo, y el tiempo ya se consumó. Será momento de lanzar algún conjuro.

El catucho