El PJ va a la manicura para aplicar la dedocracia

El calor, las lluvias, las vacaciones en casa, los romances de la China Suárez y el fútbol que vuelve. La gente está con la cabeza dispersa, los chicos no van a la escuela y casi todos tratan de disfrutar sus días de descanso.

Pero mientras tanto, los días pasan y la clase política está concentrada en otra cosa: las elecciones. Aunque parezca lejos, están ahí, a sólo nueve meses.

La clave de este año electoral es que se va a hacer todo lo posible para que no haya PASO, con la bandera de ahorrar plata al frente. El Gobierno está decidido a eliminarlas, y el Plan B, si no logra que desaparezcan, es que se suspendan. No quiere PASO, y acá en Catamarca se apunta al mismo objetivo.

El proyecto está en extraordinarias, y acá la orden es hacer lo mismo que Nación: si se suspenden allá, se suspenden acá. Si se eliminan allá, se eliminan acá. Raúl Jalil tiene la Legislatura en el bolsillo, y sólo está esperando que se defina el tema para bajar la orden final.

Y si no hay PASO, que es lo que parece hasta ahora (aunque va a haber que esperar las extraordinarias en el Congreso para confirmarlo), lo que se viene es una carnicería salvaje, sobre todo en el oficialismo.

Jalil ha perdido en el último año casi todo el apoyo del peronismo. La militancia no le perdona su romance con Milei ni se lo perdonará. Por lo demás, nunca tuvo muchos seguidores. Su fortaleza está en el poder, en la chequera, en los funcionarios que se le tienen que reportar. Pero nada más.

La gran pregunta es si le alcanza con eso. En el Gobierno están convencidos de que sí. Que se levanta el teléfono y se acomoda todo con un buen reparto de recursos. En las bases, no están tan seguros.

Hay muchos que quieren pegar el portazo y juran que no van a salir para trabajar para el proyecto libertario de Raúl. Pero les falta un líder, alguien que rompa y se anime a enfrentarlo. Por ahora nadie quiere abandonar la comodidad ni el calorcito de estar cerca del jefe.

Si nadie lo hace, volverá la dedocracia y la mesa chica para elegir a los diputados nacionales y para armar la lista en la Legislatura. Pero algo se está cocinando allá abajo, y una parte del peronismo ya planea darse vuelta y encarar por otro lado, buscando capitalizar a su favor el resistido acercamiento de Jalil con Casa Rosada.

¿Qué puede definir el corte? El reparto que se prometa. Hay muchos que ya no se conforman dos tres o cuatro lugares en las listas. Y piensan que es el momento de arriesgarse y dar el salto, sobre todo pensando, no en octubre, sino en el 2027.

El Catucho