El Papa León XIV presidió este viernes su primera misa como Sumo Pontífice, en una ceremonia privada con los cardenales celebrada en la capilla del Vaticano. El acto litúrgico comenzó a las 11:00 (hora local, 6:00 en Argentina) y fue transmitido en vivo por los canales oficiales de la Santa Sede.
Apenas un día después de su elección como líder de la Iglesia católica y guía espiritual de más de 1.400 millones de fieles, el nuevo Papa ofreció una homilía centrada en la fe, la misión de la Iglesia y la figura de Jesucristo como Salvador.
Durante la celebración se leyeron pasajes del Apocalipsis en inglés y de la primera carta del apóstol San Pedro en español, que subrayaron el simbolismo de la Iglesia como comunidad espiritual y “piedra viva” en el mundo.
En su primera homilía, León XIV destacó la continuidad apostólica y la responsabilidad de la Iglesia de anunciar el Evangelio. “Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, el único salvador y revelador del rostro del Padre”, afirmó, citando la declaración de fe del apóstol Pedro.
El Pontífice enfatizó la misión eclesial en el contexto de un mundo cambiante, donde persisten distintas visiones sobre Jesús. “Algunos lo ven como una figura irrelevante, un personaje curioso; otros, como un hombre justo, pero solo un hombre”, señaló. Frente a estas interpretaciones, el Papa invitó a recuperar la centralidad de Cristo como guía espiritual y esperanza trascendente.
León XIV también abordó su nuevo rol al frente del Vaticano: “Se me confía este tesoro para que, con su ayuda, sea un fiel administrador en favor de todo el cuerpo místico de la Iglesia”, expresó.
La jornada marcó el inicio formal del pontificado de León XIV, que continuará con la oración del Regina Coeli el domingo y un encuentro con la prensa internacional previsto para el próximo lunes por la mañana.