En su tradicional mensaje de Navidad, el papa Francisco pidió este miércoles un alto al fuego en Ucrania y en Medio Oriente, instando a las partes involucradas a entablar negociaciones para lograr una paz duradera. Ante una multitud de 30.000 personas en la plaza de San Pedro, el pontífice impartió la bendición ‘Urbi et Orbi’ y expresó su preocupación por los conflictos que devastan al mundo.
“Que callen las armas en la martirizada Ucrania. Que se abra la puerta a negociaciones y al diálogo para alcanzar una paz justa”, señaló Francisco.
Dirigiéndose al conflicto en Medio Oriente, hizo un llamado especial por Gaza: “Que cese el fuego, se liberen los rehenes y se ayude a una población extenuada por el hambre y la guerra”. Además, expresó su solidaridad con las comunidades cristianas de Israel, Palestina, Líbano y Siria, destacando la gravedad de la situación humanitaria en la región.
El papa también mencionó otros conflictos globales, pidiendo paz para Myanmar, Sudán y países del Cuerno de África, donde instó a garantizar acceso humanitario y promover nuevas negociaciones.
En América, pidió soluciones para la armonía social en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua, instando a las autoridades a trabajar por el bien común durante este Año Jubilar, recientemente inaugurado con la apertura de la Puerta Santa.
“El Jubileo debe ser una ocasión para derribar muros de separación, tanto ideológicos como materiales, que dividen naciones y comunidades”, afirmó Francisco, haciendo referencia a la división en Chipre y otros conflictos internacionales.
En su mensaje, también recordó a las víctimas del hambre, la guerra, el desempleo y la soledad, y abogó por el perdón de deudas que asfixian a los países más pobres.
Concluyó deseando a todos una Navidad serena y santa, animando a la humanidad a cruzar la Puerta Santa como peregrinos de esperanza y reconciliación.