En esta Catamarca que invierte millones de dólares en aviones y pautas publicitarias en redes sociales, a las madres solas las mandan a hacerse casas de barro.
En esta Catamarca donde día por medio hablan de inversiones multimillonarias, la respuesta que hay para los que necesitan ayuda es que se pongan a vivir como los aborígenes de hace siglos.
Encima quieren vender la iniciativa como gran progreso al decir que se usan “materiales biodegradables”. ¡Si es barro!
El adobe es pésimo para hacer una casa. Los ladrillos son sensibles a la humedad y tardan aproximadamente 3 días en secarse, no todas las tierras son buenas para construir, las casas de adobe requieren mucho mantenimiento, sobre todo en los muros exteriores, no es recomendado actualmente para construcciones verticales, no es recomendado para zonas con movimientos sísmicos como Catamarca. Pero claro, es barato.
Permite ahorrar dinero del Estado para gastos más importantes como sueldos de ministros y publicidades en YouTube.
Vergüenza les debería dar a los funcionarios. Hace 20 años se hacían programas para erradicar escuelas ranchos, hoy el Estado empuja a la gente a hacerse ranchos de adobe.
En la provincia del oro, a otros les toca el barro.
Está pasando en Fiambalá, el lugar donde hacen cola para llevarse el litio y ya vendieron más de 300 millones de dólares a la empresa BMW. Ahí no entran los dólares, pero hay barro para la gente.