El nuevo Trader God

Milei venía pisteando como un campeón… y la chocó. Así de simple. La promoción de la criptomoneda que resultó una estafa lo metió en el mayor escándalo desde que asumió el poder, y nadie sabe en qué va a terminar la historia.

Un tuit fue el que desató la hecatombe. Y ahora le llueven denuncias, acusaciones de fraude, pedidos de juicio político. La noche.

El gran problema no es lo que pase en el Congreso, donde seguramente tendrá aliados que lo protegerán. El problema es fronteras afuera, donde Milei se postulaba como líder mundial de los libertarios, y terminó haciendo el papel de un principiante, justo en el terreno donde asegura ser un experto genial.

Milei fue clave para que una estafa multimillonaria tuviera éxito. Y es presidente. Y por eso está metido en tremendos problemas ahora. Porque son pocos los que creen que haya pecado de inocente.

Esta clase de tuits de propaganda, en el mundo de los estafadores cripto, se pagan como publicidad. Porque una persona famosa y confiable que invite a invertir, asegura que muchos giles pongan plata en la cripto. Y la sospecha es que en ese juego entró o hicieron entrar a Milei, que se metió como un caballo.

A partir ahí, empresarios extranjeros salieron a decir que les pedían coimas para conseguir una audiencia, y para colmo hay un montón de reuniones y encuentros entre el equipo de Milei, el propio Milei y muchos de los pícaros de las criptomonedas. Muy difícil salir a convencer al mundo de que todo fue un malentendido.

Hay dos posibilidades gravísimas. Una es si Milei sabía lo que hacía. La otra es si no sabía lo que hacía. Las dos lo dejan por el piso. Y con ese tuit quedó bajo un manto de sospecha muy pesado, porque eso de que se hacía el loco pero era honesto, ahora no está tan claro.

El Gobierno no sabe cómo salir de este escándalo. Casa Rosada está en llamas.

Lo único que se puede decir es que no compren $Libra. Es trucha.

El catucho