La reacción de Luis Suárez fue de pura desazón en el encuentro que Atlético de Madrid disputó en Portugal ante el Porto, un juego clave para las aspiraciones del elenco español por clasificar a los octavos de final de la Champions League.
El uruguayo tuvo que ser reemplazado por lesión cuando apenas transcurrían 12 minutos de juego en el estadio Do Dragao. Luego de que saludara a Cunha, quien lo sustituyó, el Pistolero se fue masticando bronca y una vez sentado en el banco de los suplentes no pudo contener el llanto.
La bronca se le vio a flor de piel, y también la angustia por no poder estar en un momento crítico del equipo para seguir con vida en la Liga de Campeones. Porque el Atlético de Madrid necesitaba de un triunfo para ilusionarse con la clasificación, ya que además, debía esperar que el Milan no le ganara como local al puntero y ya clasificado Liverpool.
Luego, en un partido atrapante, fue todo alegría para Suárez y los suyos. El delantero uruguayo celebró en cada gol, se abrazó con sus compañeros y se retiró exultante como todo el equipo por la clasificación. Por supuesto, esta sensación de tristeza formará parte del pasado y ahora apuntará los cañones a una buena recuperación de cara a los octavos de final.
Finalmente, Atlético de Madrid cumplió con su objetivo y se clasificó a los octavos de final de la Champions League. No sólo ganó su partido con una goleada impensada por 3 a 0, sino que contó con la “ayuda” del Liverpool que venció al Milan. Griezmann, Correa y De Paul anotaron para el cuadro español mientras que para el Porto descontó sobre la hora Oliveira de penal.
El que resiste, gana, y eso hizo el cuadro rojiblanco. Soportó las embestidas portuguesas en el primer tramo de partido, no se desanimó cuando el gol italiano en San Siro les dejaba fuera de la máxima competición continental y fue capaz de ‘cazar’ a los ‘dragones’. El delantero francés, en el 56, estuvo listo para recoger un rechace tras un saque de esquina y abrir la lata, y los argentinos, en el 90 y el 92, despejaron cualquier atisbo de duda para desatar la euforia en el banquillo rojiblanco, que saltó al completo al campo para unirse en una piña, con Simeone incluido, y celebrar el pase. Estarán como segundos de grupo en el bombo del sorteo del viernes.