El Gobierno y el FMI terminaron la primera ronda de negociaciones sin definir el esquema cambiario

Casi una semana después de su llegada a Buenos Aires, el equipo técnico del Fondo Monetario Internacional y los funcionarios del Gobierno nacional continuaron en el inicio de la semana el contacto en la primera ronda de negociaciones hacia un acuerdo nuevo.

El centro del toma y daca entre Buenos Aires y Washington es el esquema cambiario, y voces con conocimiento de la dinámica interna del organismo arriesgan que podría haber un programa corto de un año para postergar una discusión hasta después de las elecciones.

Con sigilo, los integrantes del staff que llegaron el miércoles a la Argentina continúan su trabajo de intercambio técnico con el equipo económico, entre el Ministerio de Economía y el Banco Central. Fuentes oficiales mencionaron que la comitiva permanecería en Buenos Aires hasta este martes, pero desde el Fondo Monetario no confirmaron la información.

Por lo pronto, el organismo no hizo ninguna declaración desde el inicio de la misión y en los despachos oficiales incluso se especulaba con que no habría mensaje tampoco al cierre de las reuniones, una formalidad habitual. En el mercado se descuenta que el esquema de metas no forma parte de las discusiones más ríspidas, a diferencia del esquema cambiario.

El rígido crawling peg, que será más lento desde febrero, el dólar blend exportador que desvía 20% de las liquidaciones al tipo de cambio contado con liquidación, y las restricciones cambiarias que todavía se mantienen -entre ellas el límite cruzado entre operaciones en el mercado oficial y los paralelos, o la remisión de utilidades a casas matrices- asoman como el eje de la pulseada con los técnicos del FMI.

Un informe de la Fundación Capital aseguró que “cambios relevantes en la política económica sólo vendrán de la mano de un desembolso importante de divisas por parte del organismo, aunque lo más probable es que las autoridades no estén dispuestas a asumir demasiados riesgos en un año electoral y opten por una salida de las restricciones cambiarias muy secuencial”, mencionó y ejemplificó con una eliminación del dólar blend o un sistema de flotación cambiaria entre bandas, que establezcan un piso y un techo de intervención oficial.

En ese sentido, la consultora fundada por Martín Redrado consideró: “Entendemos que el organismo podría otorgar fondos frescos, aunque a cambio solicitaría atender a las condicionalidades expuestas”. “Del mismo modo, para que las autoridades decidan cambiar la política económica actual que le dio frutos en materia de desinflación, acumulación de reservas y contención de brecha, esperarán que el desembolso sea importante. Así, entre estos dos extremos se encuentran las negociaciones, donde el ‘cómo’ y el ‘cuánto’ resultarán la clave del programa final que se acuerde”, concluyó la Fundación Capital.