El Gobierno reglamentó este viernes a la madrugada el impuesto a la riqueza, que había sido promulgado hace más de un mes. Según se publicó en el Boletín Oficial, ya entró en vigencia la ley que grava las grandes fortunas, a través de la cual el Gobierno busca recaudar unos $450.000 millones. Se trata de un aporte extraordinario que tiene como objetivo morigerar los gastos ocasionados por la pandemia.
Ahora será la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la encargada de se su cumplimiento por parte de unos 12.000 contribuyentes.
Además, el organismo recaudador liderado por Mercedes Marcó del Pont, también deberá definir plazos, formas de ingreso, presentación de declaraciones juradas y demás aspectos vinculados a la recaudación de este aporte.
La ley había sido promulgada el 18 de diciembre, tras un ríspido tratamiento en el Congreso entre el oficialismo y Juntos por el Cambio. Desde entonces esperaba ser reglamentada.
La iniciativa había sido impulsada al principio de 2020 por Máximo Kirchner y Carlos Heller, pero fue perdiendo posibilidades de tratamiento a medida que avanzaba la pandemia de coronavirus. Finalmente, en octubre logró ser llevada al recinto y, tras la media sanción den Diputados, el Senado la convirtió en ley el 4 de diciembre.