El Gobierno proyecta un crecimiento económico superior al esperado, pero sectores clave siguen enfrentando obstáculos

Vista de billetes de dólares, en una fotografía de archivo. EFE/Sebastiao Moreira

El Gobierno nacional espera que la economía crezca en 2025 por encima del 5% presupuestado inicialmente, impulsada por el efecto de arrastre estadístico de un 2024 que terminó con una contracción más leve de lo esperado. Sin embargo, distintos sectores aún no logran recuperar el terreno perdido y afrontan dificultades estructurales que podrían ralentizar la reactivación.

El Estimador Mensual de Actividad Económica de diciembre reflejó un incremento del 0,5% respecto de noviembre y del 5,5% interanual. Este último dato, si bien positivo, se compara contra una base baja debido a la fuerte caída del año anterior. Según la consultora Equilibra, el arrastre estadístico del último trimestre de 2024 se ubica en el 2,6%, lo que marca un piso de crecimiento para el PBI en 2025.

A pesar de este escenario favorable, sectores clave de la economía siguen mostrando signos de rezago. Según datos de PxQ, la construcción cayó un 17,6% en 2024 debido al recorte de la obra pública, mientras que la industria manufacturera y el comercio se contrajeron un 9,2% y 7,5%, respectivamente. En contraste, el agro mostró un fuerte repunte del 31% tras la sequía de 2023, aunque con menores precios internacionales. También crecieron la minería (7,3%) y la pesca (6,8%).

El informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) señala que la actividad fabril cayó un 8,7% en 2024, afectada por la baja demanda interna, el ajuste en la obra pública y dificultades de competitividad. Además, la entidad alertó sobre problemas estructurales como el alto costo argentino, déficits en infraestructura y presión impositiva, que limitan la recuperación del sector.

De cara a 2025, las consultoras económicas identifican factores que pueden impulsar o frenar el crecimiento. Entre los aspectos positivos, destacan la posible recomposición de los salarios reales, la mejora en la confianza de los consumidores y una expansión del crédito privado. Sin embargo, advierten sobre riesgos como la apreciación del peso, que encarece los costos en dólares, y la apertura de importaciones, que podría afectar a la industria local.

El Gobierno, por su parte, mantiene un tono optimista y sostiene que la economía muestra una recuperación en “V” desde abril de 2024, con un crecimiento acumulado del 6,8% desde entonces. Además, destaca la reducción del déficit fiscal y una menor relación deuda/PBI, que pasó del 56,6% en noviembre de 2023 al 42,8% en diciembre de 2024.

El próximo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional podría aportar mayor claridad sobre la nueva proyección de crecimiento, que según el Palacio de Hacienda, podría superar el 5% previsto en el Presupuesto 2025.