El Ministerio de Economía que encabeza Sergio Massa analiza medidas ante el impacto que tendrá la sequía en el precio de los alimentos, como la carne, los lácteos, y los derivados del trigo y el maíz. Esta semana lanzó un paquete de alivio para más de 50 mil productores que le costará unos $100.000 millones en créditos y beneficios impositivos.
Los precios que pueden verse directamente impactados por la sequía son los de la carne y los lácteos, según contaron fuentes de la Secretaría de Agricultura, que encabeza Juan José Bahillo.
En el caso de la carne, analizan políticas por el lado de la oferta: como garantizar mayor abastecimiento, a través de un engorde intensivo en terneros y novillos, y que el feedlot acelere procesos de terminación de la faena. No cerrarán las exportaciones completamente como ocurrió en 2021, año electoral, y hasta inclusive en el caso de los 7 cortes que se mantienen prohibidos para exportar, analizan la posibilidad de flexibilizar la medida.
En 2022, la carne subió muy por debajo de la inflación, debido a la sequía: aumentó 62% en el Gran Buenos Aires, según el Indec, contra una inflación del 94,8%. Sin embargo, en el arranque del 2023 pegó un salto y se espera que el traslado al mostrador sea de al menos el 15%. La velocidad de recuperación de lo perdido estará marcada por los topes que impondrá la demanda interna.
Hay otros alimentos donde el Gobierno observa distintas problemáticas, sin soluciones a la vista. Una es el caso de los lácteos, cuya producción crece tan solo 1% anual, con cierres masivos de tambos. Otros son los frescos: las frutas y verduras volvieron en enero a encabezar las subas en el IPC del Indec, según pudo saber Ámbito. En el 2022, los precios de las frutas treparon 129,1%, mientras que las verduras 174,4%. Desde la gestión de Paula Español en la Secretaría de Comercio que se estudia cómo contener estos precios en acuerdos como Precios Cuidados o Precios Justos, sin éxito.
En cuanto al abastecimiento, pese a la sequía, la medida de Agricultura de prórroga de los embarques llevó a que el trigo alcance para el mercado interno, y con ello evitar saltos en precios de fideos, harinas y pan. “Lo que vamos a perder es saldo exportable”, manifestó una fuente oficial. Sin embargo, la lupa está en el abastecimiento de maíz para el período marzo-mayo, debido a que una liberalización impactaría en las cadenas avícolas, porcinas, lácteas y de carne, que emplean a mas de 200 mil personas. No descartan analizar las exportaciones.