Llegó el momento de saber qué piensa cada legislador con respecto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la discusión podría exponer públicamente las diferencias dentro de las principales coaliciones electorales del país. Es que poco más de un mes después del anuncio oficial, el Gobierno nacional enviará al Congreso el proyecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La norma, según fuentes oficiales, ingresará en las próximas horas por la Cámara de Diputados.
En ese marco, el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, convocó para este jueves al mediodía a una reunión de labor parlamentaria para analizar el cronograma de trabajo a implementar para el tratamiento del proyecto.
“A los efectos de ordenar tratamiento, cronograma de comisión, invitados y expositores, así como asistencia de funcionarios, mañana a las 12 del mediodía en el salón de Honor de la Presidencia se realizará una reunión de presidentes de bloques, autoridades de la Comisión de Presupuesto y del cuerpo”, informaron desde la Presidencia de la Cámara. Agregaron que una vez ingresada la ley y sus fundamentos, “la misma será girado a todos los presidentes de bloques”.
La norma, que contiene los detalles del convenio alcanzado con el organismo internacional de crédito para la refinanciación de la deuda de 44.000 millones de dólares contraída en 2018 por la administración de Cambiemos, no puede ser modificada: debe ser aprobada, o rechazada, tal cual como llega al Congreso.
En los próximos días, se espera que el ministro de Economía, Martín Guzmán; el representante ante el FMI, Sergio Chodos; y el jefe de Gabinete, Juan Manzur, se presenten ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados para defender el acuerdo.
La intención del Ejecutivo es que el proyecto llegue al recinto en los próximos días. Según fuentes de la bancada oficialista, que encabeza el santafesino Germán Martínez, la idea es tratarlo en el hemiciclo entre el miércoles y jueves de la semana que viene.
Allí, podrían quedar al descubierto las internas que atraviesan tanto al Frente de Todos como a Juntos por el Cambio. En el oficialismo, hay un sector que muestra una postura intransigente con respecto al acuerdo, materializada en la renuncia del diputado Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en la Cámara baja. Aún hoy no se sabe si los legisladores que responden a él, y aquellos más radicalizados de la coalición, acompañarán el proyecto, se abstendrán u optarán por manifestar su rechazo.
En Juntos por el Cambio sucede algo similar. Las divergencias en los últimos días y quedaron expuestas durante el discurso del presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, cuando, ante las acusaciones del mandatario, legisladores del PRO abandonaron el recinto. Sus colegas de la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical y otros legisladores que integran la coalición permanecieron en sus bancas.
Durante su discurso, el presidente pidió que el Congreso lo acompañe. Sin embargo, atacó a la oposición y aún no logró que el bloque oficialista fije una postura unánime.
Cuando restan menos de 20 días para el vencimiento de deuda de 2.900 millones de dólares con el Fondo, la única certeza es la incertidumbre.