Tras haber otorgado, a fin de agosto, una nueva prórroga por 60 días del programa “Precios máximos”, que mantiene prácticamente sin actualizar los precios de todos los productos de consumo masivo desde marzo, el Gobierno inició una nueva ronda de consultas con las empresas para terminar de definir cuál será el nuevo incremento que otorgará, en el marco de este congelamiento generalizado que comenzó a raíz de la pandemia.
El único incremento autorizado desde que comenzó la cuarentena fue a mediados de julio, y osciló entre el 2,5% y el 4%, según la firma. En esa oportunidad, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, les había garantizado a las compañías que autorizarían micro aumentos paulatinos para que puedan cubrirse los incrementos de costos y que el programa siga funcionando. Pero pasaron ya casi dos meses de esa promesa, y las empresas siguen reclamando un nuevo ajuste.
A fines de agosto, los directivos de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) mantuvieron un encuentro con Kulfas en el que se les adelantó que la medida sería extendida hasta fines de octubre pero que habría un nuevo aumento en los precios, en función de las subas de costos de cada compañía. El ministro les pidió que sigan enviando la información pertinente para que sea analizada por su equipo, pero hasta ahora no tuvieron ninguna devolución.
En el ministerio aseguran que el porcentaje de aumento, en el caso de que corresponda, se definirá una vez que se terminen de concretar todas las reuniones pedidas por las empresas. Algunas ya tuvieron su reunión, otras la tendrán esta semana, y algunas otras, la próxima. El Gobierno debería anunciar el nuevo ajuste a mediados de mes, como lo hizo en julio, y según las expectativas de los empresarios, el porcentaje será por categoría y similar al pasado, es decir, un promedio de 3%.
Esta situación comenzó a generar que cada vez más empresas abandonen sus políticas de promociones y retaceen las entregas de mercadería. Aunque no llegan a desabastecer las góndolas, los niveles de entrega se redujeron en las últimas semanas, aseguraron fuentes del supermercadismo.
El aumento no fue aceptado por los supermercados, pero en Comercio Interior afirman que al tratarse de quita de bonificaciones -algo que muchas compañías vienen haciendo desde el congelamiento-, la secretaría no tiene herramientas para impedirlo.