Alberto Fernández y Martin Guzmán esperan la llegada de la misión técnica que revisará el cumplimiento de las primeras metas del programa económico que será la semana que viene.
En las próximas horas el Poder Ejecutivo completará el pago de USD 1.000 millones de vencimientos al organismo y espera, para la semana que viene, la misión técnica que revisará el cumplimiento de las primeras metas del programa económico. Aunque más allá de esa evaluación, lo central de ese contacto será la “recalibración”: la Casa Rosada y el organismo buscarán modificar algunas de las proyecciones incluidas en el acuerdo, principalmente la de inflación o la de subsidios, por el shock de precios internacional que trastocó los planes originales.
El gobierno de Alberto Fernández deberá ser anfitrión de al menos siete (y no seis) de esas visitas. Para la administración que suceda a la actual, se descarta que habrá que llamar a una renegociación. En el gobierno hay cierta tranquilidad. Si bien se reconoce que la inflación, las reservas y otras variables generales están en crisis; en el Palacio de Hacienda se confía en que las dos principales metas pactadas para el 2022 serán cumplidas. El déficit fiscal de 2,5% estaría garantizado, mientras que el país crecería 4% este año, en sintonía con el compromiso de un alza del PBI de entre 3,5 y 4,5%. En algunos despachos oficiales (no Hacienda) incluso hay esperanza en que el crecimiento de este año pueda superar ese límite y llegar al 5%. Así, el Ministerio de Economía está muy confiado en que todos los exámenes del año (serán tres), pueden ser alcanzados. Con dificultad, pero sin aplicar ajustes por fuera de lo negociado y discutido. Y que no se llegará al escenario pronosticado en marzo pasado por el argentino Claudio Loser, el ex director gerente para el Hemisferio Occidental de FMI, quien, consultado sobre el futuro Facilidades Extendidas, dijo que “cada tres meses la Argentina va a tener que salvarse del default” para su continuidad. Para esto se debe tener en cuenta la regla general no escrita de las misiones del FMI.
Se sabe que los técnicos del Fondo que tengan a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las metas, las controlarán con un nivel de relojería que pocas veces fue aplicada. Fue el mandato explícito del board del FMI del 25 de marzo, que determinó que existen “riesgos extraordinarios” en el Facilidades Extendidas aprobado; lo que obliga a los fiscalizadores de Washington a no regalarle nada al país. ¿Cuándo caería el acuerdo ante el incumplimiento? Según el estatuto del Fondo, dos trimestres consecutivos de incumplimiento alcanzarían. Luego se abriría una renegociación. Si fallaran las previsiones de Buenos Aires, la renegociación de las metas pactadas, en el caso de no cumplirse la totalidad de las variables comprometidas ya en la revisión del primer trimestre del año, y si estas replicaran en el segundo trimestre; ya para la misión de septiembre tendrían que reabrirse las discusiones. Un escenario políticamente complicado para el Ejecutivo, en tiempos en los que se descarta que el debate interno en el oficialismo por el acuerdo con el FMI aún estaría vivo.