El FMI avaló el rumbo económico pero exige más dólares en las reservas del Banco Central

El Fondo Monetario Internacional (FMI) brindó su visto bueno a las políticas macroeconómicas del Gobierno argentino en el marco del programa vigente, pero advirtió sobre la preocupante situación de las reservas del Banco Central y exigió un mayor compromiso para su recomposición sostenida.

Según detalla un informe citado por Ámbito, al momento de la primera evaluación del programa, realizada el pasado 13 de junio, las reservas internacionales netas se encontraban en un nivel negativo de 4.700 millones de dólares, muy por debajo del umbral mínimo acordado, que era de -1.100 millones de dólares.

Ante este escenario, el FMI espera que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) adopte una actitud más proactiva en la acumulación de divisas. En concreto, sugiere la implementación de un esquema de compras de dólares basado en un cronograma predecible, como el aplicado en países como Chile, Colombia y México, bajo regímenes de tipo de cambio flexible.

El organismo también aconseja posponer cualquier intento de flexibilizar las restricciones cambiarias hasta que se logre una mayor solidez en las reservas, con el fin de salvaguardar los objetivos del programa y evitar nuevas tensiones financieras.

De todos modos, el FMI reconoció las medidas implementadas por el Gobierno para revertir esta situación. Destacó las emisiones de deuda y las operaciones puntuales de compra de divisas que permitieron sumar cerca de 2.000 millones de dólares a las reservas desde principios de junio.

Además, proyecta que esta tendencia positiva continuará tanto a fines de julio como durante el resto del año, lo que permitiría al país acercarse a las metas acordadas en el plan de estabilización fiscal.

El informe también destaca la contribución que podrían generar, a mediano y largo plazo, los procesos de privatización de empresas estatales impulsados por el oficialismo, como el caso de AySA, junto con la asistencia de organismos multilaterales y acreedores internacionales.

En términos concretos, se estima que para fines de este año las reservas internacionales netas mejorarán en unos 5.500 millones de dólares en comparación con el inicio del programa, pasando de -8.200 millones a -2.600 millones, y se mantendrían estables durante el cierre de 2024.