Este viernes, lo que parecía ser un emotivo reencuentro entre Mauro Icardi y sus hijas, luego de dos meses sin verse, terminó en un escándalo. A pesar de los esfuerzos previos por coordinar el encuentro, las tensiones estallaron cuando la madre de Wanda Nara, Nora, llegó con los perros, provocando un conflicto con Icardi. Según el relato de Ángel de Brito, durante la discusión, Nora insistió en que las niñas solo irían con los perros, lo que generó un impasse con Mauro, quien se negó a aceptar la condición.
El conflicto escaló cuando Icardi decidió llevar los perros a la cantante en el Chateau Libertador. En ese trayecto, recibió un mensaje de la China Suárez, quien, aparentemente, se refería a un tema relacionado con un asado, pero la situación se complicó más cuando el futbolista le recordó que el juez había prohibido que terceras personas estuvieran presentes durante los primeros encuentros con las niñas. A pesar de esto, la China Suárez insistió, pidiéndole que “pagara la multa” por la infracción al acuerdo judicial.
La tensión se desbordó cuando Icardi llegó al Chateau y la situación terminó con la intervención de la policía. Según el fiscal Matías Vila, las niñas estaban muy alteradas y querían quedarse con su madre. Los informes indican que hubo empujones y agresiones físicas, tanto hacia las empleadas de Nara como hacia la propia Wanda y una de las niñas, lo que motivó la intervención policial.
En medio de la confusión, las autoridades decidieron entregar un botón de pánico a Wanda Nara como medida de protección, y el fiscal labró un acta por maltrato físico e intimidación. Afortunadamente, no se reportaron delitos graves, aunque las tensiones familiares y el comportamiento conflictivo de los involucrados dejó clara la necesidad de tomar medidas adicionales para proteger a todos los involucrados, especialmente a los menores.