El ciclo de Christian Horner llegó a su fin: las cinco tormentas que provocaron su salida de Red Bull

El despido de Christian Horner como jefe de equipo de Red Bull Racing marca uno de los episodios más turbulentos en la historia reciente de la Fórmula 1. Luego de más de dos décadas al frente de la escudería austríaca, el británico fue apartado de su cargo en medio de una combinación explosiva de crisis internas, pérdida de liderazgo y deterioro deportivo. Aunque los motivos oficiales no fueron revelados, el conjunto de episodios que rodearon su salida deja al descubierto un entramado de conflictos que sacudieron los cimientos del equipo campeón.

Uno de los momentos más delicados fue la investigación interna por conducta sexual inapropiada, que pese a no derivar en sanciones inmediatas, sembró desconfianza dentro y fuera del paddock. A eso se sumó la salida de figuras fundamentales, entre ellas Adrian Newey, el legendario diseñador de los monoplazas campeones, quien abandonó el equipo rumbo a Aston Martin. Según Tobias Grüner, periodista de Auto Motor Sport, el alejamiento de Newey se debió a las intenciones de Horner de reducir su carga laboral, una decisión que impactó de lleno en el rendimiento técnico de Red Bull.

La tensión con el Clan Verstappen también fue determinante. La relación entre Horner y Jos Verstappen, padre del tricampeón Max, se deterioró al punto de una disputa pública. Esto encendió rumores sobre una posible salida del piloto hacia Mercedes y obligó a la cúpula dirigencial a tomar medidas. Según informó ESPN, Oliver Mintzlaff, CEO de Red Bull, mantuvo reuniones con el entorno de Verstappen y finalmente convenció a los accionistas de que era necesario un cambio de mando.

En paralelo, Red Bull sufrió un colapso en la gestión deportiva. La polémica salida anticipada de Sergio Pérez, la rotación constante de pilotos en el segundo asiento —con Liam Lawson eyectado tras solo dos carreras y Yuki Tsunoda sin resultados consistentes— profundizó la crisis competitiva. Mientras Verstappen continúa liderando, el resto del equipo ha quedado desdibujado, y por primera vez en una década, Red Bull podría terminar fuera del podio del campeonato de constructores.

Otro punto crítico fue el vacío de liderazgo que dejó la muerte del cofundador Dietrich Mateschitz en 2022. Según Mark Hughes, de The Race, esa pérdida fue un punto de quiebre: “El edificio empezó a tambalearse sin Mateschitz, y con él se fue el equilibrio interno que mantenía unida a la estructura”. Desde entonces, se profundizaron las divisiones políticas internas y Horner, que había acumulado un poder significativo, comenzó a quedar aislado.

La opinión pública también jugó su parte. En las encuestas recientes entre fanáticos, Red Bull ha caído en popularidad, y algunos analistas consideran que esto influyó en la decisión de los accionistas. “El poder de Horner era una espina clavada para Verstappen y sus asesores”, aseguró Auto Motor Sport, revelando que los choques de liderazgo afectaban la moral del equipo.

A pesar de que Horner había renovado el contrato de Checo Pérez a mediados del año pasado, su bajo rendimiento precipitó una desvinculación que no estuvo exenta de tensiones. Su reemplazante provisional, Liam Lawson, duró apenas un par de presentaciones antes de ser relegado por Yuki Tsunoda, quien tampoco logró estar a la altura y hoy se ubica a 155 puntos del líder del torneo.

La decisión de despedir a Horner sorprendió incluso a referentes del automovilismo. Martin Brundle, comentarista de Sky Sports, señaló que “no le explicaron por qué lo habían liberado”, y agregó que “la noticia salió de la nada”, aunque reconoció que “había problemas en el equipo”.