La ceremonia del Chaku -comunitaria y abierta a los visitantes- que tuvo lugar el sábado 30 de noviembre en Laguna Blanca, al norte del departamento Belén convocó a una importante cantidad de turistas y visitantes, atraídos por ser parte de una experiencia donde se comparte una práctica ancestral y sustentable de esquila de las vicuñas para obtener su fibra y, al mismo tiempo, asegurar la protección de esta especie silvestre que habita en la Puna catamarqueña.
La ceremonia arranca muy temprano por la mañana, pero es el corolario de un trabajo que implica mucha organización previa, y que involucra a todas las comunidades de la localidad de Laguna Blanca y a distintos organismos del Estado provincial y comunal.
El chaku es una práctica ancestral de captura, encierro y esquila de las vicuñas, y posterior liberación en silvestría. De esta forma, las comunidades de Laguna Blanca y también otras comunidades de Belén y de Antofagasta de la Sierra obtienen de forma sustentable la fibra que luego procesan para transformarla en hilo y, tras meses de trabajo, en finísimas prendas textiles.
Mabel Gutiérrez, cacique de Laguna Blanca fue una de las mujeres que estuvo al frente de todo el proceso. Junto al intendente de Villa Vil, Ramón Gutiérrez, coordinaron el encierro y luego el trabajo de la esquila que involucraba a hombres y mujeres de la cooperativa Mesa Local de Laguna Blanca, institución fundamental en el Chaku lagunisto. Este año, el encierro involucró a más de 700 vicuñas, aunque algunas ya habían sido esquiladas en módulos anteriores. La esquila se realizó de forma manual, con tijeras, pero también incorporaron esquiladoras eléctricas que hacen el trabajo más rápido. Antes de ser liberadas, las vicuñas son censadas y si es necesario reciben curaciones o alguna atención veterinaria.
“Para nosotros es muy importante valorar lo que tenemos dentro del territorio y trabajamos para hacerlo sustentable y un medio de vida para cada una de las 100 familias que integran nuestra comunidad”, señaló la cacique Mabel Gutiérrez.
De la ceremonia participaron, en representación del Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte, la secretaria de Gestión Cultural, Laura Maubecín y el director de Artesanías, Gonzalo Cancino.
Atractivo turístico
El Chaku de Laguna Blanca, el último de los 12 realizados en el distrito de Villa Vil durante esta temporada de esquila, convocó a turistas de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Salta, La Rioja y de distintos puntos de la provincia, atraídos por ver de cerca esta ceremonia.
Constanza, una turista salteña que participó del Chaku valoró la experiencia: “Es mi primera vez en Catamarca y vine al Chaku, me invitó una amiga fotógrafa. Estoy fascinada con la experiencia, no solo por el entorno increíble en el que sucede, sino por la ceremonia en sí”, señaló.
Para ordenar y hacer más valiosa la experiencia turística, el municipio de Villa Vil, las comunidades que habitan ese territorio y la Secretaría de Gestión Turística de la Provincia, consensuaron una serie de recomendaciones que denominaron “Buenas prácticas ambientales” y que implementaron este sábado por primera vez.
Las recomendaciones, que se entregaban de forma impresa a los turistas y que también eran explicadas por los guías turísticos locales, eran las siguientes:
– Seguir las indicaciones de los anfitriones de las comunidades locales.
– Respetar los sectores delimitados y la distancia del corral de la esquila.
– Permanecer en silencio durante todo el proceso del Chaku.
– Tomar fotos o filmar a distancia.
– Tener en cuenta la altura y la amplitud térmica durante el día.
– Llevar agua, sombrero, lentes y protector solar.
– Disfrutar de la flora y fauna de manera respetuosa.
– Guardar los residuos, incluso la yerba usada para el mate, y no llevarse nada del lugar.
También por primera vez, un grupo de jóvenes de Laguna Blanca, que culminó su formación como guías turísticos en la sede Belén de la UNCA, participó activamente del Chaku, coordinando la participación de los turistas para evitar inconvenientes y al mismo tiempo promover el ambiente de respeto que requiere esta práctica cultural.
“Fue nuestra primera vez como coordinadores de la parte turística. En ediciones anteriores no había un grupo especifico de guías para coordinar la presencia de turistas, entonces se generaba un tumulto, los animalitos tendían a estresarse más. Por esta razón decidimos trabajar en grupo y de forma ordenada para ofrecer una mejor experiencia”, dijo satisfecho Héctor Salgado quien, junto a sus compañeras Graciela, Judith y Antonella Gutiérrez, formó parte del equipo de coordinación turística.
Patrimonio y orgullo
Catamarca se destaca por su trabajo en la protección y sustentabilidad de la vicuña, lo que representa un recurso de enorme valor patrimonial, productivo y turístico.
En 2021 la ceremonia del Chaku fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Nación y en ese camino, el Gobierno de Catamarca formalizó este 2024 la postulación del Chaku para que sea declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por UNESCO a partir de su incorporación en el registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia.