Román Elías Guitián, líder de la comunidad indígena de Atacameños del Altiplano, ubicada en el departamento de Antofagasta de la Sierra, provincia de Catamarca, ha logrado un hito importante en su lucha contra las mineras de litio en el Salar del Hombre Muerto. Este pequeño grupo de 20 familias ha alzado su voz contra las prácticas de las mineras, que han provocado cambios preocupantes en su entorno.
Las empresas, principalmente capital estadounidense y australiano fusionado en Arcadium Lithium, han estado explotando el litio en esta región durante 26 años, pero en la última década, con el aumento de los precios internacionales del litio, han intensificado su producción, generando ganancias récord. Sin embargo, este floreciente negocio ha traído consigo omisiones y preocupaciones por parte de las comunidades locales, resumidas en la demanda de transparencia en los estudios de impacto ambiental y una distribución equitativa de la riqueza generada.
El pueblo atacameño ha denunciado que la actividad minera ha alterado significativamente la naturaleza en la zona, con la desaparición del Río de Los Patos y la sequía de las vegas, llanuras inundables cruciales para su modo de vida ganadero. Ante esta situación, Román Elías Guitián y sus vecinos han llevado su causa hasta el Poder Judicial.
Recientemente, en un fallo sorpresivo, la Corte de Justicia de Catamarca ha dado lugar a la presentación de Guitián y sus compañeros, deteniendo preventivamente el avance de nuevos proyectos mineros en la región. El cacique insiste en que su objetivo no es paralizar la actividad económica, sino garantizar que se realice de manera sostenible y respetuosa con las condiciones de vida de todos los habitantes del lugar.
La preocupación de la comunidad se intensificó al ver cómo el río se secaba y las vegas seguían el mismo camino. Guitián, padre de seis hijos y líder reconocido de su pueblo, ha estado luchando por esta causa durante años, buscando establecer un enfoque racional para la explotación de los recursos minerales en la región.
Las mineras argumentan que su método de extracción no afecta negativamente al medio ambiente, ya que el agua utilizada proviene de napas subterráneas y no se utiliza para consumo humano ni animal. Sin embargo, esto está siendo cuestionado por las comunidades locales y ambientalistas, que argumentan que los acuíferos están sufriendo debido al movimiento de suelos.
La medida cautelar emitida por la Corte en Catamarca se centra en la falta de participación en los estudios de impacto ambiental, la falta de acceso público a estos estudios y la omisión del proceso de consulta previa, libre e informada a las comunidades afectadas. Ahora, las obras proyectadas solo podrán proceder una vez que se realicen correctamente estos procesos de consulta, como lo exige la Constitución Nacional y como lo demanda el pueblo atacameño.
