Hace apenas tres meses, Joy funcionaba como un local bailable nocturno pero decretada la cuarentena social, obligatoria y preventiva distintos comercios debieron reinventarse para poder subsistir, y el boliche no fue la excepción. Para poder reabrir sus puertas, pasó a ser un bar.
Ubicado en el Fariñango dejó su clásico horario nocturno y ahora funciona al igual que los demás restaurantes de la ciudad. “La idea surge después de más de 100 días encerrados: tenemos un gasto fijo importante en lo que es impuestos, créditos, empleados, AFIP, que siguen a un costo altísimo estando parados”, dijo Héctor Leiva, propietario de Joy Multiespacio.
Por lo pronto, el ahora bar estará funcionando los fines de semana, sin embargo, Leiva no descartó la posibilidad de abrir más días a la semana luego de analizar la reacción del público asistente.