Durante el año 2023, Argentina experimentó un notable aumento en la desigualdad de ingresos, situándose como el cuarto país con mayor disparidad en el ranking global del Banco Mundial, calculado mediante el índice de Gini. Esta medición destaca que, a nivel regional, África Subsahariana encabeza las cifras de desigualdad, seguida por América Latina y el Caribe.
Según un informe del Banco Mundial, la tendencia descendente en la pobreza a nivel global, observada desde el periodo 2007-2012, se estancó con la llegada de la pandemia de coronavirus, lo que provocó un aumento de las desigualdades. Entre los países donde más se incrementó la inequidad se encuentran Colombia (54,8%), Brasil (52%), Zambia (51,5%), Panamá (48,9%), Costa Rica (47,2%), Ecuador (45,5%), Paraguay (45,1%), México (43,5%), Chile (43%) y Argentina, en décimo lugar, con un 40,7%.
El Banco Mundial atribuye estas tendencias a una serie de amenazas combinadas, como el cambio climático, la fragilidad, los conflictos y la violencia, así como la inseguridad alimentaria, que obstaculizan la recuperación económica y agravan los procesos de recuperación previos a la pandemia.
En el contexto argentino, la desigualdad se agudizó en 2023. En el primer trimestre de ese año, el ingreso medio per cápita familiar fue de $79.007, con notables disparidades entre el ingreso más bajo ($28.356), medio ($70.100) y más alto ($198.245). Este ingreso promedio apenas alcanza el 1,5% de la canasta básica y representa una disminución del 2% en términos reales respecto al año anterior.
La Ciudad de Buenos Aires refleja estas desigualdades de manera especialmente marcada. Los ingresos en la zona Norte son un 93,5% superiores a los de la zona Sur, según datos del cuarto trimestre de 2023 proporcionados por la Dirección de Estadística y Censos porteña.
Además, la pandemia de coronavirus supuso un retroceso significativo en la lucha contra la pobreza a nivel mundial. Cerca de 700 millones de personas viven actualmente en pobreza extrema, con ingresos inferiores a u$s2,15 al día, lo que representa una reducción del 40% entre 2010 y 2019. Sin embargo, la mayoría de las naciones se encuentran en niveles de desigualdad similares al de Argentina, alrededor del 40% en el índice de Gini.
El informe también destaca que, como es común en crisis, los países más pobres son los más afectados. Muchos de ellos, ya sobrendeudados, se enfrentan a una escasez aún mayor de recursos, lo que agrava su situación.
