En la madrugada del 25 de septiembre, un violento ataque dentro del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Esmeraldas (CPL N.º 2) de Ecuador, dejó un saldo de 17 privados de libertad asesinados, según confirmó al mediodía el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
De acuerdo con los primeros reportes, la matanza habría sido ordenada por la organización criminal Los Tiguerones, en un operativo interno dirigido contra reclusos vinculados a Los Lobos, Los Choneros y otros presos sin afinidad con ese grupo. La violencia se desencadenó en el pabellón C, donde los atacantes simularon la muerte de un preso para arrebatar las llaves de las celdas y un arma a un militar que acudió a verificar la situación.
Con las llaves en su poder, los agresores abrieron los accesos a otros pabellones y ejecutaron a 17 reclusos, utilizando armas de fuego que habrían ingresado al penal con la complicidad de agentes penitenciarios. Testigos relataron que el tiroteo comenzó cerca de las 03:00 y se prolongó por más de media hora, generando pánico entre los vecinos de la zona.
Durante la mañana, familiares de internos llegaron hasta los alrededores del centro carcelario, denunciando falta de información oficial y difundiendo en redes sociales imágenes de cuerpos baleados y decapitados.
El CPL N.º 2 de Esmeraldas ya había sido escenario de episodios violentos en el pasado: en enero de 2024 un motín dejó dos presos muertos y 48 fugados, mientras que un informe de la Defensoría del Pueblo en agosto de este año alertó sobre hacinamiento crítico (1.552 reos en un espacio para 1.100), presencia de internos con enfermedades graves y adultos mayores en estado de vulnerabilidad.
Esta nueva masacre se suma a la registrada apenas tres días antes en la cárcel de Machala, en la provincia de El Oro, donde murieron 14 reclusos. La seguidilla de hechos evidencia el deterioro del sistema penitenciario ecuatoriano, marcado por la falta de control estatal, el hacinamiento y la penetración del crimen organizado.
“El SNAI y la Policía Nacional realizan las investigaciones correspondientes para esclarecer lo ocurrido”, indicó el organismo en un comunicado difundido este mediodía, sin ofrecer aún mayores detalles.