En declaraciones que sacudieron el escenario político interno del radicalismo catamarqueño, un dirigente de peso dentro de la UCR lanzó duras críticas a la conducción partidaria, cuestionando la reciente interna y advirtiendo sobre las consecuencias de profundizar las divisiones en medio de una crisis institucional.
“Desde nuestro espacio lo anticipamos, no era el camino una interna en la UCR”, afirmó, y agregó: “He advertido en este tiempo de que los radicales debíamos preservar para que la catástrofe en la que nos encontramos no sea más grande de la que ya existía”.
El dirigente fue más allá y calificó con contundencia la situación del partido: “El radicalismo hoy es realmente una catástrofe”.
Según su análisis, el problema de fondo radica en que “se discute lo que les interesa a los dirigentes del radicalismo y no a los catamarqueños”.
También apuntó contra la estrategia adoptada por las autoridades partidarias, asegurando que ya tienen una decisión tomada: “El radicalismo va a ir en soledad. Al único que le conviene este juego es a Raúl Jalil”.
En relación al trabajo legislativo, planteó la necesidad de unidad entre la oposición: “Lo vamos a tener que hablar. Necesitamos a los 18 opositores que hoy tiene esta Legislatura y que nos mantengamos juntos, y que ninguno se venda, porque pueden venir otras cuestiones que están al acecho desde el Gobierno provincial”.
Finalmente, no descartó dar un paso al costado si su posición genera conflictos internos: “Si afectará mi participación en algún lado, pondré a disposición mi renuncia a la vicepresidencia del bloque”.
Las declaraciones reavivan el debate sobre el futuro del radicalismo en Catamarca, en un contexto de fuertes tensiones internas y estrategias partidarias puestas en tela de juicio.