Los heroicos legisladores de Catamarca, que se desloman trabajando por unas pocas monedas al mes, tuvieron una revelación divina y descubrieron que hay más catamarqueños por fuera de las cuatro avenidas. Es así que decidieron salir a ablandar sus camionetas cuatro por cuatro sesionando en el interior, y de paso hacer un poco de turismo.
Eso no significa otra cosa que gastar un montón de dinero al cohete, supuestamente en tiempos de “emergencia económica”, ya que creyendo que sus sesiones son divertidas los diputados decidieron protagonizar esta especie de circo itinerante que ofrecerá su primera función en Santa María.
Es una de las decisiones más inútiles de los últimos tiempos, porque los diputados tienen su recinto y es allí donde deben sesionar, ya que bastante cuesta mantener el edificio donde están sus oficinas, empleados, ñoquis, choferes, secretarias, etc.
Pero lo que no logran advertir es que para ayudar al interior no importa dónde sesionen, sino las leyes que saquen, los proyectos que propongan. SI los proyectos y las leyes son buenas ayudarán al interior, para hacer lo mismo que hacen ahora, que es levantar la mano cuando el gobernador se los ordene, da lo mismo que sesionen en la sede de la ONU o en la cancha de Boca.
Esta gente que se pasa cinco meses al año de vacaciones, que no tiene problemas de presentismo ni llegadas tarde, sale ahora a pavonearse por otra razón: saben que en unos meses se vienen las elecciones legislativas, y qué mejor que arrancar la campaña por el interior.
Por ahí dicen que se van a pagar sus propios gastos: Jajajajajajajajaj ni el Oficial Gordillo tiene esas ocurrencias. Si no se pagan ni el teléfono, qué van a pagar de sus bolsillos.
Es tan incoherente que ellos mismos aprobaron la emergencia económica y días después deciden salir de tour paseandero por la provincia, generando un gasto tan grande como inservible para los catamarqueños.
En lugar de salir a mostrarse, el dinero que despilfarran en estos traslados podrían dedicarlo a comedores comunitarios, a comprar remedios para las postas sanitarias, o a algo que realmente le sirva a la gente.
Salir a pasear es un acto demagógico que no cambia nada ni soluciona uno solo de los problemas que tiene el interior.
Si quieren ayudar legislen bien, que es para lo que se les paga, y dejen de hacer estas payasadas más dignas de un especialista en marketing que de un legislador.
El catucho