Pareciera que cuando hablamos de trabajo infantil nos referimos al pasado, o a países con una legislación laboral marginal, pero después de la pandemia creció por primera vez desde 1919, año en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creó el organismo que se encarga de combatir esta problemática, entre otras.
Se estima que para 2019 había alrededor de 152 millones de niños menores de 15 años que ejercían labores remuneradas (de manera informal, por supuesto) y para el 2024 son más de 160. Se desempeñan en tareas como la agricultura, industria, producción, comercio, construcción, minería, pesca, labores domésticas, en la calle y hasta son víctimas de explotación sexual.
Es por eso que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recuerda la importancia de redoblar esfuerzos desde los sectores públicos y privados de cada país para terminar con esta práctica.
Por qué se conmemora el 12 de junio
Con el objetivo de sensibilizar, concientizar y comprometer a los estados de todo el mundo a desarrollar acciones que disminuyan y tiendan a erradicar el trabajo infantil, la OIT estableció en el año 2002 al 12 de junio como el Día Internacional Contra el Trabajo Infantil.
La región donde es más común el trabajo infantil es África con un 19,6%. Le sigue Asia (7,4%), América (5,3%), Europa y Asia Central (4,1%), y por último en los países Árabes (2,9%) según datos relevados por la OIT.
El compromiso de la ONU este 2024
El día Mundial este año se enfoca en la celebración del 25 aniversario de la adopción del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil. Un documento de 1999 que compromete a los Estados Nacionales a erradicar por completo las prácticas laborales de menores que impliquen esclavitud, secuestro, trabajos forzosos, servidumbre, prostitución o actuación pornográfica, utilización de niños para actividades ilícitas y cualquier trabajo que dañe la salud, seguridad y moralidad de los niños.
Por otro lado, también se menciona la importancia de renovar el Convenio sobre la edad mínima sancionado en 1973, que desde su creación comprometía a los países a elevar progresivamente la edad mínima de admisión al empleo para que sea posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores.
