El 17 de junio de 1821 marcó el triste fallecimiento del General Martín Miguel Güemes, una figura clave en la lucha por la independencia de nuestro país. En esta fecha, se conmemora su paso a la inmortalidad y se celebra el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana en su honor.
Güemes, nacido el 8 de febrero de 1785 en Salta, desempeñó un papel fundamental en las guerras civiles y en la famosa Guerra Gaucha. Su valiente resistencia fue determinante para mantener el territorio argentino libre de invasiones realistas, especialmente en el norte del país.
Tras el estallido de la Revolución de Mayo en 1810, la Primera Junta envió rápidamente la Primera expedición auxiliadora al Alto Perú. Güemes, quien formaba parte del Ejército del Norte, fue designado al mando de un destacamento gaucho en la Quebrada de Humahuaca, en la actual Jujuy, y en los valles de Tarija y Lípez. Su tarea consistía en interrumpir la comunicación entre los contrarrevolucionarios y los realistas altoperuanos.
En la batalla de Suipacha, librada el 7 de noviembre de 1810, donde las armas patriotas obtuvieron su único triunfo durante esta primera expedición, la participación del capitán Güemes fue determinante para el éxito del enfrentamiento.
El General Güemes impulsó la movilización voluntaria y generalizada de amplios sectores rurales, otorgándoles nuevos derechos y sentando las bases de un movimiento social de base agraria. Conocidos como los “gauchos”, estos milicianos y voluntarios lucharon junto al valiente líder salteño, hostilizando los avances de los realistas.
SU MUERTE
La trágica noche del 7 de junio de 1821, Valdés ocupó la ciudad de Salta y, en su intento de enfrentarlo, Martín Miguel de Güemes resultó herido por una bala. A pesar de sus graves heridas, reunió a sus oficiales y les pidió que juraran nunca aceptar ningún tipo de acuerdo que beneficiara al enemigo en suelo patrio. Su solicitud fue recibida con el entusiasta juramento de los oficiales y gauchos salteños.
Güemes, aún gravemente herido, emprendió una dolorosa huida hasta Cañada de la Horqueta, donde finalmente falleció diez días después. Con tan solo 36 años de edad, el General Güemes dejó este mundo en un catre a la intemperie.
