Dos legisladores radicales, Silvana Carrizo y Mamerto Acuña, presentaron un proyecto de ley para que Provincia les reintegre el pago de Ganancias a los médicos del interior, que cobran un extra por estar en zonas desfavorables.
La idea tiene sentido, porque hacen falta médicos en el interior profundo, ya que la mayoría de los médicos prefiere vivir en las ciudades, con restaurantes, cines, shopping y todas las comodidades. Y está bien, a todos nos gusta vivir bien. Pero la gente de los cerros, por ejemplo, también necesita atención médica, y los profesionales que dedican años a vivir en esas zonas reciben un justo incentivo, que es una moneda extra.
¿Cuál es el chiste? Que con los extras que cobran pasan el máximo exento de Ganancias, entonces el esfuerzo que hacen no tiene sentido, porque sólo ven pasar la plata y lo que les entra por un bolsillo por su trabajo extraordinario se les va del otro bolsillo para pagar impuestos.
¿Qué pasa si un médico dice “Esto ya no me conviene” y deja la zona inhóspita para instalarse cómodamente en la ciudad, donde puede tener trabajo en hospital, clínicas, santarios y hasta consultorio privado? No pasa nada. Pero, ¿si todos los médicos lo hacen? ¿Quién atiende en el interior? ¿Un curandero? ¿La Pachamama? ¿El Sol de los Incas?
¿Toman yuyos para el dolor de muelas? ¿Atienden los partos las llamas? ¿Saca el apéndice la Apacheta?
No, hacen falta médicos, entonces es justo que reciban un extra por prestar ese servicio.
Claro, hay objeciones y quejas. ¿Por qué Provincia tiene que reintegrar un servicio que no cobra, si el impuesto es nacional? Bueno, porque es Provincia la responsable de prestar el servicio.
¿Por qué todos los contribuyentes tienen que aportar para ayudar a los médicos? Porque la salud es pública y se paga con lo que se recauda de lo que aportan todos, funciona así. “Si no te gusta ándate a vivir a una isla”, decían nuestras abuelas.
Y ahí viene la avalancha de hielo. Porque si eximen indirectamente del pago de ganancias y se les reconoce, en los hechos, más sueldo por su zona desfavorable… ¿no pueden pedir lo mismo policías y docentes del interior profundo? Sí, pueden pedirlo. ¿Se lo darán a uno para desatar el dominó de pedidos? Quién sabe.
Lindo problema plantea este proyecto, para analizar y pensar. Para resolver.
Hay contradicciones en el medio, claro que sí. Cómo no va a haber contradicciones si muchos de los que aplaudieron la eliminación de Ganancias (o algo parecido, el cambio de piso para pagar), también aplaudieron su restitución.
Lo hicieron varios, incluyendo a Raúl Jalil, que acompañó fervorosamente a Sergio Massa cuando se impulsó que una multitud dejara de pagar, y aplaudió a Javier Milei cuando dio marcha atrás. Claro, porque todos estaban de acuerdo hasta que se dieron cuenta de que les picaba el bolsillo por la plata que no entraba.
Y en esto no se puede achacarle culpas solo a Jalil: Javier Milei también votó a favor de eliminar Ganacias y después lo restitutyó. De ahí para abajo, hay varios responsables.
Pero ¿qué culpa tienen los trabajadores perjudicados? Y no hablamos de señorones de la Justicia con sueldazos, sino de gente que labura en serio, como los médicos.
Crearon el problema, a ver cómo lo solucionan.