El gobierno ha logrado avances significativos en la negociación por la deuda externa con dos de los tres grupos de acreedores del país, señalan fuentes cercanas a las discusiones. Si bien con la reserva del caso, ya que rigen las cláusulas de confidencialidad, sostienen que la oferta mejorada del país permite avanzar hacia un entendimiento.
Uno de los grupos que estarían cerca de cerrar un acuerdo es el Ad Hoc de Accionistas de Bonos de Intercambio de Argentina(Exchange Bondholder Group), que posee más del 16% del total de bonos soberanos del país y está integrado, entre otros por los fondos Monarch Alternative Capital, HBK Capital y Cyrus Capital Partners.
Este club agrupa a los tenedores de bonos con condiciones de emisión más favorables para los bonistas, ya que representan a los acreedores de títulos emitidos durante la gestión de Néstor Kirchner, cuyas cláusulas requieren un porcentaje de adhesión mayor que los títulos colocados durante la presidencia de Mauricio Macri. Precisamente, se comenta que el reconocimiento de las cláusulas iniciales de las emisiones habría sido determinante para volcar la aceptación.
También se habrían acercado las posiciones con el Comité de Acreedores de Argentina (Argentina Creditors Committee), que incluye a Greylock Capital, entre otros.
En cambio, más compleja se presentaría la negociación con Ad Hoc Tenedores de Bonos (Ad Hoc Bondholder Group), compuesto por gestores que incluyen Alliance Bernstein, Amundi, Ashmore, Black Rock, Blue Bay, Fidelity, T. Rowe Price, Western Asset Management y Wellington. Según comentan, Ashmore sería el fondo más duro en la negociación.
Casualmente hoy se conocieron declaraciones periodísticas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en las que señaló que habló con Larry Fink, el número uno del fondo de inversiones Black Rock, con el propósito de ayudar a “buscar una salida en el manejo de la deuda de Argentina con los fondos de inversión”, por pedido del presidente Alberto Fernández.
Tras calificar de “buena persona” a Fink y de “excepcional” a Fernández, el López Obrador sostuvo que “la recomendación es siempre en el sentido de que es mejor el arreglo para todos”.
La última propuesta elaborada por el gobierno contempla mejoras en términos de reducciones en la quita de capital, anticipo en el pago de los intereses (respecto de la propuesta original) y mayores rendimientos atados a la evolución del promedio de 5 años de las exportaciones, tal como adelantó Ámbito.
Con estos cambios, el intercambio de bonos se podría realizar con una paridad cercana a 50 dólares por cada lámina de 100 (tomando una tasa de descuento de 10%).
Cabe recordar que los técnicos del Fondo Monetario Internacional calcularon que precisamente 50 dólares es el límite al que puede acercarse la oferta argentina sin comprometer la sustentabilidad de la deuda en el tiempo.