Tal vez no sea el escenario ideal para la Secretaría de Finanzas, para hacer un llamado a licitación de deuda en pesos, ya que luego de lanzadas las últimas medidas en materia fiscal y cambiaria, los mercados siguen con algo de dudas. No obstante, el equipo que conduce el secretario Eduardo Setti irá este jueves en busca de otros $600.000 millones sin mayores cambios respecto del menú de bonos que propuso en la primera convocatoria de julio, con el objetivo de cerrar el fondeo del mes.
De acá a fin de mes, el Gobierno enfrenta vencimientos de deuda en pesos por algo más de $600.000 millones, correspondientes al bono dólar linked T2V3, el bono dual TDL23, la LEDES S31L3 y una LELITES emitida en la última colocación y buscará renovarlos.
En primer lugar, solo para los Fondos Comunes de Inversión (FCI), se pondrán a disposición LELITES a un precio de $947,04 con vencimiento al 23 de agosto.
Luego, habrá nuevamente una LEDE (tasa fija) al 23 de octubre de este año y una LECER (indexada a la inflación) al 23 de noviembre. En el caso de la letra a descuento, Economía vuelve a incluirla aunque el escenario de la última semana varió en relación a lo que suponía el mercado que podría ocurrir en los siguientes meses antes de las primarias. Se pensaba en una estabilidad de la inflación en torno al 7% mensual, pero la generalización del Impuesto PAIS a las importaciones y la nueva edición de dólar agro y dólar maíz puede resultar en un incremento de los precios por encima. En este caso, las entidades que forman parte del grupo de Creadores de Mercado podrán acceder a un 30% en la segunda vuelta a las 24 horas.
Por otro lado, se sumarán nuevamente dos Bonos ajustables por inflación (BONCER), uno al 26 de julio de 2024 y otro al 14 de febrero de 2025; y dos vinculados al dólar oficial, al 30 de abril de 2024 y al 30 de septiembre de 2024.
Lo que predomina entre los operadores de mercado es la necesidad de “cobertura” y es por eso que se puede esperar una alta demanda de las opciones indexadas.
Con la primera licitación del mes, el Ministerio de Economía logró una tasa de roll over del 122% y un financiamiento neto de $140.000 millones, con vencimientos cuya mayoría estaba en manos de privados. Gran parte de los compromisos que vencieron este año fueron traspasados a 2024 y 2025 como producto de canjes y colocaciones, que tuvieron como protagonistas a los bancos.
Al respecto, la agencia de calificación crediticia Moody’s advirtió que las entidades financieras están exponiendo sus hojas de balances a los avatares de la economía local.
“Robustos niveles de liquidez en pesos aunque con alta exposición al riesgo soberano. Esperamos que para finales de 2023 los bancos presenten un nivel levemente mayor de exposición a títulos públicos en relación con 2022, debido a la baja demanda de crédito por parte de la economía”, señaló Moody’s en su último informe.
La agencia señala que “el crecimiento en los depósitos, junto con las dificultades para asignarlos a nuevas originaciones de préstamos, hace que los bancos asignen una proporción elevada de sus activos a Títulos Públicos (28% a instrumentos BCRA y 12% soberanos)”. “Si bien esto les brinda mayores niveles de liquidez, expone la hoja de balance a las condiciones de política monetaria y de financiamiento de la deuda pública”, planteó el reporte.