El jueves último, el vocero del FMI Gerry Rice señaló que el Fondo no avala ni deja de avalar la oferta argentina “porque es un tema entre la Argentina y sus acreedores privados”.
Sin embargo, el FMI cumple por estas horas un rol protagónico. Lo sabe el gobierno argentino y lo saben también los acreedores. Para la Argentina, el FMI ha sido un garante de que, para cerrar el acuerdo por la deuda, la propuesta debe ser “sustentable”.
A eso se suma algo más: además de postergar el pago de los vencimientos que la Argentina tiene con el organismo, la directora del FMI Kristalina Georgieva le concedió al presidente Alberto Fernández que no se debería pagar a los acreedores privados en dólares más del 3 por ciento del PIB al año. Del otro lado, para los acreedores, el FMI podría desempeñar un rol adicional: serviría de garante del compromiso que deberá asumir nuestro país.
Uno de los principales grupos denominado “Comité de Bonos Exchange”, propuso al gobierno argentino un “instrumento de cupón contingente” que impone pagos atados al crecimiento del PBI alineado con el escenario que plantea Guzmán. La sorpresa es que este grupo de bonistas exige que, para el caso de la implementación cupón, Argentina se comprometa a someterse a la revisión del Artículo IV del FMI.
La misión de “artículo 4” (por el artículo del “Convenio Constitutivo” del Fondo), implica una suerte de chequeo anual de la situación macroeconómica de los países que lo integran. Ese punto implica que el Fondo realizará una supervisión sobre el tipo de cambio y Argentina deberá dar información sobre la política monetaria para que esté acorde a lo que establezca el organismo. En rigor, que la política económica quedará ligada a las observaciones del organismo.
Desde el año 2017 que Argentina no recibe la visita del FMI que sugiere el artículo respectivo. Es que desde 2018, nuestro país tiene vigente un programa de asistencia financiera que incluye revisiones trimestrales, dejando de lado las otras. Ahora, si bien la Argentina no está formalmente fuera del acuerdo stand by con el FMI, fue el propio gobierno el que suspendió los desembolsos restantes por no poder afrontar el repago de esa deuda, lo que podría haber dado lugar a cambios en el programa.