Detrás de la zanahoria

Como la zanahoria atada a un palo, las promesas de Nación de traspaso total y definitivo de YMAD a Catamarca empieza a tornarse ilusoria. A cambio, la administración de Milei había pedido apoyo en asuntos clave para la gobernabilidad. Pero algunas desavenencias pusieron todo en el freezer y, 10 meses después, el 08 sigue sin firmarse. Lo que impacienta al Gobernador, que ya no oculta su ansiedad. Quiere las llaves en mano y tomar posesión cuanto antes. El botín es grande y hay muchos interesados dando vueltas.

 

El acuerdo, plasmado a fines del año pasado con la firma del “Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas”, establecía un marco de cancelación de deudas entre las partes, con el que, según anunciaba el propio Gobierno provincial, “Catamarca se quedaba con YMAD y Minas Capillitas”.

 

En dicho régimen se establecía el traspaso del histórico yacimiento de rodocrosita, que estaba en manos de Fabricaciones Militares, y la modificación de la conformación del directorio de YMAD, del que Nación se retiraría cediendo su lugar, y por ende la presidencia, a Catamarca. Además, se acordaba modificar la distribución de fondos que pasarían a ser 60% para Catamarca y el 40% restante para la UNT, “sin condiciones para su destino”.

 

En la casona de Mardoqueo Molina ya descorchaban champaña y se frotaban las manos. Pero pasa el tiempo y nadie firma la papeleta. De todo lo acordado, solo se cumplió el traspaso de Minas Capillitas, que fue asignado como activo de CAMYEN. Pero lo importante, lo sustancioso, lo que realmente le importa a la Jalil&Cia, sigue en veremos.

 

El Gobernador ya reclamó en reiteradas oportunidades. A Caputo, a Francos, a “Lule”, y ayer al propio Catalán. “Hay que ir terminando las cosas”, protestó días atrás el mandatario. Pero de Nación solo hay respuestas dilatorias y ambigüedades. Que sí, que sí, pero todo sigue estancado. Y a los buitres les exaspera y preocupa. Quieren cerrar cuanto antes ese trámite y asegurarse el control.

 

Primero, por la importancia estratégica que tiene YMAD para lo que podría llamarse la “casta minera”. Ese grupete de bendecidos que tuvieron la dicha de alguna vez pasar por altos cargos públicos en el rubro y terminaron ganándose la membrecía de por vida en el club de los que no sueltan más la teta. Ex ministros, ex directores, ex funcionarios, familiares… Sería interesante conocer la lista de contratos y asesores que cobran millones en YMAD sin siquiera pasar a marcar por Salta 1127. Para estos, tener la presidencia sería estabilidad laboral y tranquilidad.

 

Pero, sobre todo, con visión estratégica y proyección a largo plazo, se trata de pensar en el proyecto MARA y el tortón de guita y las invaluables posibilidades de negocios que se servirán cuando Agua Rica ya esté produciendo. Un escenario soñado para quienes hacen del ventajismo una profesión. Puede parecer que falta una eternidad. Pero, como los osos que pueden oler sangre a 30 km de distancia, la avidez obliga a mantener todos los sentidos activos y anticiparse.

 

Cómo será de promisorio el futuro de Agua Rica, que hasta el diputado nacional, Flavio Fama, rápido como la luz, vió una oportunidad en los reacomodamientos y propuso que la UNCA, bastión bajo su control, sea incluida en el directorio de YMAD y que reciba el 20% de las utilidades. Y hasta hizo la cuenta: “20 a 30 millones de dólares anuales para la Universidad”, señaló, fantaseando con la caja.

 

Y no es para menos. Hoy, con apenas una actividad más que discreta en Farallón Negro, la empresa cerró el primer trimestre con un resultado de 8.481 millones de pesos. Presidencia, direcciones, discrecionalidad en designaciones, control de contrataciones y, en algunos años, una mina de cobre escupiendo regalías y utilidades. ¿A quién no lo seduce? Pero Nación no suelta el control y patea para adelante el traspaso. ¿Será que pensaron mejor y la zanahoria les resultó apetitosa?

El catucho