El Tribunal Constitucional de Corea del Sur confirmó por unanimidad la destitución del presidente Yoon Suk Yeol, quien había sido acusado por el Parlamento de violar la Constitución al dictar la Ley Marcial en diciembre pasado y utilizar a las fuerzas armadas para desalojar a la oposición del Congreso.
Yoon, un exfiscal de orientación conservadora, había asumido la presidencia tres años atrás. En su defensa, aseguró que el operativo militar fue una advertencia a la sociedad sobre la “maldad” de la izquierda, aunque el hecho generó una fuerte reacción política y social.
El mandatario fue arrestado en enero, aunque luego fue liberado sin que se le retiraran los cargos. Su juicio político derivó en un proceso judicial histórico: es el primer presidente en funciones de Corea del Sur que es juzgado y condenado penalmente desde el retorno de la democracia en 1980.
Con la decisión del Tribunal, el país deberá llamar a elecciones en un plazo máximo de 60 días. En las calles de Seúl y otras ciudades, miles de ciudadanos se movilizaron tanto en apoyo como en repudio a la decisión judicial.