La desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años visto por última vez el 13 de junio en el parador correntino 9 de Julio, ha tomado un giro inesperado. Lo que comenzó como un caso de desaparición simple se ha convertido en una trama que involucra a familiares, una empleada municipal, un militar retirado y hasta el comisario del pueblo.
Inicialmente, la investigación se centró en la búsqueda del niño en las 12 mil hectáreas alrededor de la casa de Catalina Peña, la abuela de Loan, en el paraje Algarrobal. Según los primeros detenidos por abandono de persona, el niño desapareció mientras buscaban naranjas con sus primos. Sin embargo, la hipótesis se debilitó cuando se encontró un botín de fútbol y otros rastros que no coincidían con la versión inicial.
Ante la sospecha de un posible rapto vinculado a la trata de personas, el fiscal federal de Goya solicitó la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas. Durante la búsqueda, se descubrió una foto clave en la que el niño aparece rodeado por siete adultos, entre ellos, José Peña (su padre), Catalina Peña (su abuela), Bernardino Benítez (su tío), y una pareja amiga. También se identificó a Carlos Pérez, capitán de navío de la Armada retirado, y su esposa, María Victoria Caillava, ex funcionaria municipal, quienes fueron arrestados.
Las sospechas se centran ahora en el comisario del pueblo, Walter Maciel, quien habría sido el primero en ser advertido sobre la desaparición. Se investiga si pudo haber “plantado” pruebas para desviar la atención de la verdadera situación. La nueva hipótesis sugiere que el matrimonio Caillava y Pérez podrían haber llevado al niño a Chaco para entregarlo a una organización dedicada a la trata de personas o para su adopción ilegal, lo que ha llevado a ampliar la investigación a esa provincia con allanamientos en curso.