El radicalismo hará una presentación ante la Organización de las Naciones Unidas contra los centros de aislamiento por el coronavirus en Formosa, en los que se denuncian condiciones de maltrato y hacinamiento.
El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, adelantó que junto a su par del Senado Luis Naidenoff llevará el caso ante el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, liderado por la expresidenta de Chile Michelle Bachelet.
Negri habló de “centros de detención forzosa de un gobierno autoritario”, en referencia a la administración del gobernador Gildo Insfrán. Dijo que Formosa “debe ser un punto de inflexión en la Argentina” y que en esa provincia “no hay democracia sino atropello”. Planteó que en esa provincia “no existe la ley ni el orden, no hay justicia independiente, se vota y hay un amo y señor que dispone”.
También cuestionó al Gobierno nacional por no condenar la situación en la provincia. Afirmó que “a esta altura” la administración del presidente Alberto Fernández “tiene complicidad con su silencio”. Criticó a funcionarios como el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla y dijo que “debería irse del cargo por vergüenza”. Además, lo acusó de tener “miedo de perder la silla” al no pronunciarse contra Insfrán.
Negri cuestionó el comunicado de respaldo del Partido Justicialista al gobernador, en el que hablaron de “permanentes operaciones motorizadas por sectores de la oposición” y de una “campaña de desprestigio contra Formosa”. El diputado calificó al texto de “patético y reaccionario” y dijo que “ofende la memoria y la conducta de muchos peronistas honestos que ven la degradación a los derechos humanos”, que espera que “se pronuncien públicamente” contra la situación en la provincia del norte.
Hay más de 3000 personas en los centros de aislamiento
En Formosa, hay más 3000 personas en los centros de aislamiento, según información oficial. Hay 100 de estos establecimientos, entre escuelas, hoteles y polideportivos, donde cumplen cuarentena las personas que entran a la provincia. Además de 13 centros de alojamiento que reciben a los casos positivos de COVID-19 y los contactos estrechos.
Según las denuncias en estos establecimientos se encuentran personas con síntomas leves, asintomáticas e incluso otras que no tienen la enfermedad pero que son obligadas a permanecer en esos centros. En algunas de las imágenes se ven a personas encerradas que denuncian condiciones de abandono como el desamparo de niños y adolescentes sin sus padres y bebés sin atención pediátrica.
En los centros de aislamiento es común ver más policías que médicos, con vigilancia durante las 24 horas y puertas que se cierran con candado en las noches. Una mujer que pidió reserva de identidad por miedo a represalias afirmó: “Hacen que parezcamos reos en un motín, jamás pensé en mi vida someter a mis hijos a esto”.